"El no soportó la separación de nuestra pareja, y tuvo el apoyo total de una justicia absolutamente machista", afirmó la mujer, que ahora tampoco sabe dónde están los niños.
Hace pocas semanas, tras mucho tiempo, Elizabeth pudo abrazar nuevamente a sus hijos, un varón de 12 y una niña de 9, en un frío esquema de revinculación consistente en una hora cada siete días, con una psicóloga presente y en un centro de salud.
"La causa recayó en el Juzgado Civil 38 de Capital Federal, y fue el anterior juez quien permitió toda esta locura, que sigue hasta hoy, aunque el expediente esté a cargo de una nueva jueza, que tiene que desarmar todo lo que se hizo mal, con tiempos que son muy lentos", contó la mujer a
DIARIO POPULAR.
"Lo único que pido, a esta altura, es que los nenes sean libres de elegir si quieren llamarme, si quieren verme, si quieren vivir conmigo. Pero que tengan libertad, sin miedos, ni presiones. Todo lo que pasó en estos años me sacó de la vida de ellos, aún cuando hice y hago todo lo posible. No pienso en otra cosa, no tengo otro objetivo que estar con ellos. El juez inicial fue denunciado por mí en el Consejo de la Magistratura, por su accionar irregular, y se fue del juzgado, pero el expediente está viciado. Ahora dispusieron esta revinculación, de una hora por semana, pero el padre de los chicos sólo los llevó tres veces, después se ausenta, pone excusas. Y no pasa nada", contó Elizabeth.
La última situación irregular tiene a los chicos con paradero desconocido para la mujer. "Le avisó a la psicóloga a cargo de la revinculación que no concurriría porque se llevaba a los nenes de vacaciones de invierno. No sé dónde están. Y no puede hacer eso, porque la guarda que posee es provisoria. Yo ni siquiera los puedo llamar. El nene, en uno de los encuentros, me dio su teléfono celular, y desde ese momento el aparato está apagado. No se lo dejan atender. El daño y la violencia que reciben los chicos es tremendo, atroz, sin ninguna lógica. Nos los protege nadie. Mientras tanto, yo no puedo hacer nada, y la justicia parece que tampoco, o lo hace con sus tiempos", explicó.
Elizabeth contó que muchos de los que toman contacto con su historia acostumbran hacerle dos preguntas: ¿por qué el padre le sacó a los chicos? y ¿por qué la justicia permitió eso?
"Me pasa todo el tiempo. Les respondo que la separación con el padre de los nenes fue una decisión mía, y generó rencor en la otra parte, que fue creciendo hasta el punto de quitarme a los chicos, apoyándose en denuncias que la justicia admitió sin realizar estudios, ni nada por el estilo. Simplemente le creyeron por ser hombre
. Me acusó de abandonar a los chicos, de tener problemas emocionales, y la justicia se puso de su lado. Y contra esos prejuicios y mentiras venimos luchando. Pero en el medio no tengo a mis chicos, me pierdo sus vidas, su crecimiento. Hasta mi madre murió meses atrás sin poder ver a sus nietos", indicó.
Los encuentros, por disposición de la jueza María Ofelia Bazigalupo, se deben realizar los martes desde las 17.45 en el Centro de Salud Mental Ameghino, durante una hora, con presencia de una psicóloga. Se trata de un primer paso para una denominada revinculación.
- "Los chicos están felices"
"Los chicos están felices de verme, de que hablemos. Pero el padre se niega a estar presente, no quiere ningún contacto. Y faltó la mayoría de los martes, con cualquier excusa. Sólo pude ver a los chicos tres veces, incluso menos tiempos que el ordenado judicialmente, porque llega tarde. Ahora la psicóloga tiene que elevar un informe sobre estas irregularidades, yo estuve presente todos los martes. Lo único que pido es justicia, un trato justo. Necesito disfrutar de mis hijos, tenerlos cerca. Soy la madre, los amo, y voy a luchar toma mi vida por ellos", cerró Elizabeth