Ambos se recuperan de las heridas recibidas luego de ser impactados por los tres prófugos, en Santa Fe

La salud de los gendarmes baleados en Santa Fe por parte de los tres prófugos Victor Schillaci y los hermanos Martín y Christian Lanatta, mejora notablemente. De hecho, uno de ellos fue dado de alta y el otro está fuera de peligro.

El comandante Mario Valdez, de 44 años, quien recibió un disparo en un brazo, pudo dejar el hospital de San Carlos, tras reponerse de las heridas sufridas.

Paralelamente, Walter Aguirre, de 21 años, quien tenía más comprometido su estado de salud, está fuera de peligro y se recupera en el hospital Cullen.

"Está lúcido" y "estable", dijo el subdirector del Hospital Cullen, de Santa Fe, Juan Pablo Poletti, quien agregó que el gendarme "no tuvo complicaciones desde su ingreso al hospital". "El paciente fue herido en forma directa por una bala, que tuvo orificio de entrada por glúteo y salida por una de sus piernas, que le produjo fractura leve de pelvis, y además, fue rozado en el hemitórax por otro balazo", explicó a la agencia Télam el subdirector del hospital, quien aseguró que "ayer se le practicaron estudios pertinentes, se constató que no tuvo lesiones de órganos internos ni de segundo tiempo que a veces se pueden producir".

"Está bien, primero estuvo en cuidados intensivos, hoy seguramente lo pasaremos a sala común y estamos organizando su traslado a Buenos Aires con los médicos de Gendarmería, lo que podría ocurrir mañana", puntualizó.

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