Policiales
“Hola. Soy el hermano del pibe de 15 años que robó tu negocio. Dejá de bardear para que lo metan preso porque los vamos a cagar a tiros”. La amenaza la escuchó ayer, vía telefónica, uno de los comerciantes robados.
Una jueza de menores de Morón quedó envuelta en una polémica por otorgar la libertad al adolescente de 15 años que el martes entró a robar a un delivery de Castelar, apuntó con una pistola a la cabeza de un bebé y finalmente se tiroteo con un policía, tras lo cual fue capturado. La magistrada tenía la posibilidad de aplicar una medida de seguridad, solicitada por un fiscal dada la peligrosidad del pibe, sin embargo firmó su libertad, lo que derivó en fuertes críticas de las víctimas y vecinos.
El caso fue revelado ayer en exclusiva por DIARIO POPULAR y causó profunda conmoción, incluso en los tribunales de Morón, donde debió intervenir el fiscal general, Federico Nievas Woodgate, quien instruyó al fiscal Rodríguez Rey para recurra la decisión de la magistrada, es decir, apelar el fallo y tratar de que el chico sea enviado a un lugar cerrado para que reciba contención y evitar nuevos episodios de violencia.
El adolescente detenido había recibido dos balazos en las piernas, por parte de un policía -padre del bebé amenazado- y fue internado en el Hospital Posadas, pero horas después fue liberado por decisión de la jueza de Garantías del Fuero Penal Juvenil de Morón, Cecilia Bravo.
Medida denegada
El fiscal general Nievas Woodgate aseguró que el fiscal interviniente “tuvo que pedir el sobreseimiento del menor, porque así lo obliga la ley vigente, pero solicitó una medida de seguridad para el adolescente, tras lo cual la jueza Bravo decidió no hacer lugar”. En tanto, el otro joven que participó en el episodio también detenido, de 19 años, fue internado en el Hospital Posadas con un tiro en el pecho que le afectó el pulmón, y ya fue reconocido por varias de las víctimas asaltadas en el restaurante, quienes lo identificaron por un tatuaje que tiene en el cuello. El hecho se produjo alrededor de las 21 del martes en el local “Margareta”, una casa de comidas ubicada en Santa Rosa 1967, de Castelar Norte, a cuatro cuadras del Acceso Oeste, donde cenaban unas 10 personas, entre ellas el subteniente Angel Insaurralde, que se hallaba vestido de civil, y su familia.
Feroz balacera
Tal como se informó ayer, en ese momento ingresaron al local dos jóvenes, uno de ellos de 15 años y el otro de 19, ambos armados y muy violentos, que dijeron que se trataba de un asalto y que querían todo el dinero y los objetos de valor. El encargado del local tenía en brazos al hijo del policía, porque éste y su esposa eran clientes frecuentes, y uno de los ladrones le apuntó con un arma al niño para amedrentar a los presentes. El otro asaltante comenzó a pasar mesa por mesa y al llegar a la del policía le exigió sus bienes personales, quien no se identificó y le entregó, tanto él como su esposa, su dinero y los celulares. Al advertir que los ladrones ya habían huido del local con el botín, y que la vida de los demás ya no corría peligro, salió detrás de ellos para perseguirlos. “Corrió unos metros y al llegar a la esquina se identificó. Ahí se originó un tiroteo, porque los dos asaltantes tenían armas y, para colmo, había otros dos cómplices que los esperaban afuera dentro de un Renault 19 color blanco con vidrios polarizados”, dijo un jefe policial de la zona.
Libertad “rapidísima”
Como consecuencia del enfrentamiento, el adolescente de 15 años recibió dos balazos en las piernas y quedó herido en el lugar. En tanto, el otro asaltante recibió un tiro en el pecho pero logró subirse al auto Renault 19 blanco y escapar, aunque una hora después ingresó al Hospital Posadas. Allí, le dijo a los médicos que había sido víctima de un robo, pero no le creyeron y alertaron a la policía. Luego, el subteniente Insaurralde y otras víctimas del restaurante lo reconocieron por un tatuaje que tenía en el cuello, dijo el jefe policial consultado. La integrante del Foro de Seguridad de Morón, Alicia Angiono, contó que al día siguiente, el Juzgado de Garantías del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, a cargo de Cecilia Bravo, ordenó la libertad del adolescente de 15 años. “Si es peligroso para sí mismo o para terceros, el juez lo puede dejar detenido en algún instituto. Este mismo juez ya liberó a otros dos adolescentes que cometieron homicidios en esta zona. Es rapidísima”, denunció Angiono.
Medida denegada
El fiscal general Nievas Woodgate aseguró que el fiscal interviniente “tuvo que pedir el sobreseimiento del menor, porque así lo obliga la ley vigente, pero solicitó una medida de seguridad para el adolescente, tras lo cual la jueza Bravo decidió no hacer lugar”. En tanto, el otro joven que participó en el episodio también detenido, de 19 años, fue internado en el Hospital Posadas con un tiro en el pecho que le afectó el pulmón, y ya fue reconocido por varias de las víctimas asaltadas en el restaurante, quienes lo identificaron por un tatuaje que tiene en el cuello. El hecho se produjo alrededor de las 21 del martes en el local “Margareta”, una casa de comidas ubicada en Santa Rosa 1967, de Castelar Norte, a cuatro cuadras del Acceso Oeste, donde cenaban unas 10 personas, entre ellas el subteniente Angel Insaurralde, que se hallaba vestido de civil, y su familia.
Feroz balacera
Tal como se informó ayer, en ese momento ingresaron al local dos jóvenes, uno de ellos de 15 años y el otro de 19, ambos armados y muy violentos, que dijeron que se trataba de un asalto y que querían todo el dinero y los objetos de valor. El encargado del local tenía en brazos al hijo del policía, porque éste y su esposa eran clientes frecuentes, y uno de los ladrones le apuntó con un arma al niño para amedrentar a los presentes. El otro asaltante comenzó a pasar mesa por mesa y al llegar a la del policía le exigió sus bienes personales, quien no se identificó y le entregó, tanto él como su esposa, su dinero y los celulares. Al advertir que los ladrones ya habían huido del local con el botín, y que la vida de los demás ya no corría peligro, salió detrás de ellos para perseguirlos. “Corrió unos metros y al llegar a la esquina se identificó. Ahí se originó un tiroteo, porque los dos asaltantes tenían armas y, para colmo, había otros dos cómplices que los esperaban afuera dentro de un Renault 19 color blanco con vidrios polarizados”, dijo un jefe policial de la zona.
Libertad “rapidísima”
Como consecuencia del enfrentamiento, el adolescente de 15 años recibió dos balazos en las piernas y quedó herido en el lugar. En tanto, el otro asaltante recibió un tiro en el pecho pero logró subirse al auto Renault 19 blanco y escapar, aunque una hora después ingresó al Hospital Posadas. Allí, le dijo a los médicos que había sido víctima de un robo, pero no le creyeron y alertaron a la policía. Luego, el subteniente Insaurralde y otras víctimas del restaurante lo reconocieron por un tatuaje que tenía en el cuello, dijo el jefe policial consultado. La integrante del Foro de Seguridad de Morón, Alicia Angiono, contó que al día siguiente, el Juzgado de Garantías del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, a cargo de Cecilia Bravo, ordenó la libertad del adolescente de 15 años. “Si es peligroso para sí mismo o para terceros, el juez lo puede dejar detenido en algún instituto. Este mismo juez ya liberó a otros dos adolescentes que cometieron homicidios en esta zona. Es rapidísima”, denunció Angiono.
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