
Para Racing fue apenas un trámite su paso por tierras colombianas. Ante un rival sin equivalencias, como Rionegro Aguilas Doradas, igualó 1 a 1 pero debió ganar y pasó a la segunda fase de la Copa Sudamericana gracias al 1 a 0 de la ida.
El tanto argentino fue anotado por el juvenil Pablo Cuadra, en el primer tiempo, y aunque luego el local empató a través de Luis Hurtado, no tuvo inconvenientes para manejar el trámite a su antojo. Ahora espera por rival para la nueva instancia, el que se conocerá el 14 de junio, cuando se realice el sorteo en la sede de la CONMEBOL, recordando que pasaron cinco de los seis equipos nacionales (eliminado Gimnasia) y se le sumarán Estudiantes más Atlético Tucumán, terceros en la Libertadores.
Desde el comienzo se notaron las diferencias notorias entre un equipo y otro, con un dominio claro de La Academia, sobre todo por la buena labor de sus mediocampistas, en especial de Marcos Acuña. El local intentaba con mucha voluntad, pero terminaba padeciendo por su falta de jerarquía.
El gol era una cuestión de tiempo, y llegó a los 19 minutos, por un error grueso de la defensa colombiana. Dudó el arquero, se hizo un nudo el zaguero Valencia que rechazó mal, y la pelota le quedó servida al chico Cuadra, que con gran repentización, de media vuelta, con zurda y desde ángulo cerrado, la picó sobre Hernández. Golazo y a otra cosa, porque Rionegro debía hacer tres goles, un imposible.
Sin embargo, un hecho circunstancial complicó el resultado para los de Avellaneda, porque se lesionó el arquero Musso, tuvo que hacer su debut Gastón Gómez, y el juvenil falló en un remate fácil de Luis Hurtado, que estableció el 1 a 1.
Insólito desde donde se lo mire, porque el conjunto colombiano ni siquiera había tenido un ataque serio, mientras que Racing, de contra, tuvo varias claritas como para alargar la diferencia, en los pies de Pillud, González y Rosales.
De todos modos, el equipo de Cocca reguló, hizo cambios para cerrar el partido y el 1 a 1 fue inamovible hasta el final.