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Uno de los magistrados apuntado por atenuar la pena a un violador de un niño finalmente presentó su dimisión al Tribunal de Casación Penal bonaerense
Horacio Piombo, uno de los dos magistrados que atenuaron la condena al violador de un niño de seis años presentó este lunes su renuncia como juez del Tribunal de Casación Penal bonaerense, informaron fuentes de la Corte Suprema bonaerense.
Ahora, la Corte deberá prestar su conformidad y enviar la dimisión al Poder Ejecutivo, mientras resta saber qué ocurrirá con su compañero Benjamín Sal Llargués, quien días atrás fue apartado de la Magistratura bonaerense.
El pasado jueves había trascendido la renuncia de Piombo, quien rápidamente salió a desmentirla aduciendo que se había dirigido al edificio de Tribunales para realizar "un trámite". Sin embargo, esta mañana se acabó el tiempo para uno de los jueces más polémicos de la actualidad.
Piombo tuvo su mayor momento de exposición semanas atrás, cuando se conoció que redujo la pena al violador de un menor de seis años. "Es gay, ya tiene su sexualidad definida. El abuso pasó pero no fue tan ultrajante", arguyó entonces.
Al momento de defenderse en los medios de comunicación, el juez no hizo más que aumentar el rechazo de la sociedad. Máxime cuando se conocieron sus nefastos antecedentes.
Por la presión, Piombo debió renunciar como profesor de la carrera de Derecho en la Universidad Nacional de La Plata, donde horas antes había sido escrachado por estudiantes que exigían su salida.
El pasado jueves había trascendido la renuncia de Piombo, quien rápidamente salió a desmentirla aduciendo que se había dirigido al edificio de Tribunales para realizar "un trámite". Sin embargo, esta mañana se acabó el tiempo para uno de los jueces más polémicos de la actualidad.
Piombo tuvo su mayor momento de exposición semanas atrás, cuando se conoció que redujo la pena al violador de un menor de seis años. "Es gay, ya tiene su sexualidad definida. El abuso pasó pero no fue tan ultrajante", arguyó entonces.
Al momento de defenderse en los medios de comunicación, el juez no hizo más que aumentar el rechazo de la sociedad. Máxime cuando se conocieron sus nefastos antecedentes.
Por la presión, Piombo debió renunciar como profesor de la carrera de Derecho en la Universidad Nacional de La Plata, donde horas antes había sido escrachado por estudiantes que exigían su salida.