El juez Horacio Piombo presentó su renuncia indeclinable como profesor de la carrera de Derecho en la Universidad Nacional de La Plata. Una hora antes de que comenzara su juicio académico, que evaluaría si tenía la aptitud para continuar al frente de una cátedra, el magistrado decidió dimitir de forma indeclinable ante el decanato de la facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.
Rodeado de polémicas alrededor de la reducción de la pena para un hombre que violó a un nene de seis años, alegando que el niño "tenía tendencias homosexuales", una gran porción de los profesores reclamó su juicio académico para que se debata sobre su continuidad. Sin embargo, nada de esto fue necesario.
"Nadie le pidió la renuncia. La manifestó voluntariamente ante el decanato de la facultad de Derecho. Renunció a sus cargos docentes en ambas cátedras y materias. Nosotros íbamos a formar un expediente a raíz de este fallo, eso era lo máximo que podíamos hacer", dijo Vicente Atela, decano de la facultad, apenas se conoció la noticia.
Atela, que estaba presente para comenzar el proceso contra Piombo, manifestó que nunca habían tenido "tantos pedidos para iniciar un juicio académico". Si bien no defendió al polémico juez, manifestó que "accedió a sus cargos a través de concursos públicos".
Por último, el decano habló de la imposibilidad de juzgar su acción judicial: "Nosotros no podemos juzgar su actuación. Eso lo tiene que hacer el tribunal del enjuiciamiento de los fallos. Nosotros juzgamos su ética universitaria. De todos modos, su fallo no está firme: lo revisará la Corte Suprema de la provincia", concluyó.
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