
Con sueldos congelados que no aumentan de acuerdo a la inflación y despidos en los peores casos, afrontar un crédito UVA (Unidades de Valor Adquisitivo) se ha vuelto imposible para algunas de las 130 mil familias que lo contrajeron.
Para idear un proyecto que proteja al deudor, Mónica Mecha (FpV) convocó a distintas personas que contrajeron el préstamo para escuchar sus dificultades a la hora de pagar las cuotas. En la reunión también estuvieron presentes economistas, cientistas sociales y legisladores como Axel Kicillof, Agustín Rossi, José Luis Gioja y Daniel Arroyo.
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Teniendo en cuenta que el Gobierno sedujo con propuestas de inflación baja ante una deuda a 30 años, el ex ministro de economía expresó que los créditos fueron "publicidad engañosa" y solo han sido geniales para los bancos. Según sus palabras, los UVA son "perversos" porque el modelo económico de Cambiemos nunca beneficiaria al deudor cuando ya estaban previstos "salarios por debajo de la inflación".
"Vamos a buscar soluciones pensando en los deudores como sujetos de derecho", aseguró
Por otra parte, Kicillof fue firme y señaló a quienes consideraba los mayores perjudicados: "Fue el mismo gobierno el que les ofreció el crédito a la población asalariada del sector público y después le dio una paritaria a la baja". Además se lamentó por la ausencia de legisladores oficialistas en la convocatoria y destacó que "hay que poner clausulas y repartir un poco mejor el riesgo entre el banco, y tal vez, el gobierno".
Entre las personas que expusieron su delicada situación se encontraba Andrea, quien explicó la dificultad de pagar cuotas que crecen de forma desmesurada mientras su sueldo de docente no se incrementa desde hace un año y el de su pareja, como empleado de comercio, tan solo aumentó un 12%.
"Un año después, nuestra cuota es de 12.1000 y nuestra deuda es de más de 1 millón 600 mil pesos", explicó. Agregó cómo influyeron desde los bancos para que tomara la decisión de concretar su sueño de la "casa con patio".
Por su parte, Luciana manifestó la necesidad de considerar la coyuntura y encontrar soluciones urgentes: "Son muchos años de esfuerzo. Tiene que acomodarse a la situación actual de nuestros salarios para que podamos pagarlo y también para que haya nuevos créditos".
Sin dudas, el testimonio más doloroso fue el de Sergio. Este monotributista reflexionó que la situación es muy despareja porque solo el deudor "asume los riesgos" y entre llantos concluyó: "Tengo un nene de dos años. No quiero el día de mañana decirle que se vaya del país".