Darío Badaracco, el principal sospechoso por el asesinato de Araceli Fulles, tenía una denuncia en su contra por abuso sexual agravado contra su hijastra de tres años y lesiones a su hijastro de cinco, según se conoció en el marco de la investigación por el crimen de la joven.
El abuso habría tenido lugar en la misma casa donde se encontró el cuerpo de Araceli, y la denuncia fue presentada por el padre biológico de los dos menores.
En la presentación se detalla que los chicos fueron llevados al hospital, donde corroboraron el abuso en la nena y las lesiones en la espalda al pequeño.
Por otro lado, la fiscal Graciela López Pereyra, quien lleva adelante la investigación por el crimen de Araceli Fulles, había citado este sábado a Badaracco para indagarlo en la fiscalía de San Martín, pero el acusado se negó a prestar declaración.
El hombre había quedado detenido este viernes por la noche en el Bajo Flores porteño, en cercanías a la Villa 1.11.14. La acusación de la fiscalía es por homicidio agravado, por la cantidad de autores, y femicidio.
Además, la fiscal indagó el sábado a los otros seis detenidos por el caso, quienes negaron su vinculación con la desaparición y crimen de Araceli, y dieron un relato que ahora la fiscalía deberá cotejar.
Estos son Carlos Damián Alberto Cassalz, de 36 años dueño del corralón donde trabajaba; los hermanos Jonathan y Emanuel Ávalos, de 29 y 25 respectivamente, y Marcos Ibarra, de 32, sospechados de ser coautores del hecho. Los otros apresados son dos empleados del corralón de Cassalz, llamados Hugo Martín Cabañas (46) y Marcelo Ezequiel Escobedo (37), quienes están acusados de “encubrimiento”.
En el marco de la investigación por la desaparición y crimen de Araceli, Asuntos Internos de la Policía Bonaerense separó de sus cargos a tres policías. Los desafectados son el subcomisario Hernán Humbert, el oficial principal José Gabriel Herlein y el oficial subinspector Elian Ismael Avalos.