Policiales
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El jugador de Boca se presentó a la UFI 1 de Avellaneda y admitió que era él quien manejaba el vehículo. La justicia lo imputó por "daños culposos". Los dirigentes Xeneizes piensan sancionarlo.
El choque de Ricardo Centurión a bordo de su BMW, en la zona conocida como los "siete puentes" en Avellaneda, podría traerle muchas consecuencias al volante de Boca Juniors. Si bien en un principio se había fugado, por la tarde del lunes se presentó en la Unidad Funcional de Instrucción número 1 de Avellaneda y confesó que era él quien conducía el vehículo.
Centurión admitió que manejaba en auto y la fiscal Alejandra Olmos Coronel lo imputó formalmente por "daños culposos". En los próximos días le informarán cuál será la fecha en la que deba presentar declaración. La propia confirmación de Ricky contradijo a las afirmaciones de sus acompañantes, quienes habían manifestado que Centurión, dueño del auto, no era el conductor.
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Mientras tanto, en Boca se agarran la cabeza. La dirigencia, encabezada por Daniel Angelici, aguardará la resolución de la situación para luego confirmar si le pondrán una multa económica al futbolista. Guillermo Barros Schelotto también podría tomar una determinación deportiva contra el ex San Pablo que arribó a préstamo en este último mercado de pases.
El hecho sucedió el sábado por la noche, horas después del encuentro que disputó Boca en Chaco contra Libertad de Paraguay. Centurión aprovechó la licencia que le había dado el cuerpo técnico al plantel hasta el martes a la mañana y salió a un boliche del conurbano con varios amigos. Cuando regresaban, ocurrió el choque. Si bien no se pudo comprobar, un testigo aseguró que el futbolista estaba alcoholizado.