
El agresor se dio a la fuga y es buscado intensamente.
En medio de un terrible episodio de violencia de género, una joven y su bebé fueron atacadas a golpes y puñaladas por un sujeto en una vivienda de San Francisco Solano y resultaron vivas de milagro, en tanto que la madre de la víctima quiso intervenir y fue herida en su rostro, mientras que el agresor logró darse a la fuga y es buscado de manera intensa por las fuerzas policiales del distrito y alrededores.
Lo sucedido fue un verdadero desastre y dejó a una familia conmocionada, a un violento suelto y a la comunidad apoyando a las damnificadas en el incansable pedido de justicia inmediata. Es así que otras víctimas de situaciones de violencia empezaron a brindar sus testimonios para apoyar a la madre de la beba y decirle que “no está sola”. Mientras tanto, el prófugo es buscado por todo el partido.
Este hecho tuvo lugar en una vivienda situada en Dardo Rocha al 660, en el límite entre San Francisco Solano y Almirante Brown. Según indicó la víctima a través de sus redes sociales tras el brutal ataque, pensó que podría morir si sus padres no escuchaban sus gritos de desesperación provenientes del interior de la vivienda. Identificada como Kiara Maqueira, de 22 años, estaba con su beba de 17 meses y fue agredida por Agustín, de 24, su pareja y padre de la niña.
Según relató, este empezó a ahorcarla, luego a golpearla y agarró un cuchillo que estaba sobre la mesa de luz. El temor fue muy grande y creyó que podría asesinarla.
“Me tiró puñaladas en la cara. En ese momento, mi bebé de 1 año y 5 meses, se acercó. Y él le rozó la carita con el cuchillo, cortándola. A mi hija le hicieron 7 puntos en la cara. A mí, 2 puntos en la boca. No sé cómo seguimos vivas”, indicó conmocionada la víctima, que gritó desesperadamente para alertar a sus padres y lo logró.
De hecho, primero llegó su madre, quien fue golpeada y noqueada por Agust+ín. Sufrió una fisura maxilofacial y tuvo que ser atendida por profesionales médicos. Tras eso intervino el padre, que le dio una trompada al agresor y lo retuvo durante algunos minutos, hasta que lo soltó y se dio a la fuga.
La prima de Maqueira sostuvo que la damnificada jamás le contó que estaba atravesando una relación violenta porque lo había “normalizado”. “Tenemos una relación muy cercana y nunca mencionó nada de esto. Creo que lo normalizó. Para que esto pase, algo anterior tuvo que haber pasado”, dijo. Y agregó: “Me dijo que una vez él se enojó y le pegó una piña en la pared. Ella decía que nunca le había hecho algo a ella, a otros quizás sí. Ahora se siente culpable por no haberse dado cuenta, pero ella no tiene la culpa”.
Así las cosas, a pesar de la violencia desmedida, las víctimas están fuera de peligro, incluido la niña, que no tuvo mayores complicaciones por las terribles heridas. En sintonía, el sujeto es intensamente buscado y Maqueira dijo que no puede estar tranquila “sabiendo que la persona que nos quiso matar está suelta”.