Protagonizan persecuciones de película y se meten donde otros no llegan: así trabajan los motociclistas de la Policía de la Ciudad.
La Policía de la Ciudad cuenta con más de 300 motos para el patrullaje de las calles porteñas, orientado, principalmente, a los barrios donde se detecta una mayor incidencia de ilícitos, para mejorar la seguridad y aumentar los niveles de prevención.
Así lo explica el Jefe del Departamento Motorizada, el comisario Duilio Ríos Ledezma. "Nos movemos por todas las dependencias de la Ciudad, de acuerdo a los datos del Mapa del Delito", dice. De allí que este cuerpo trabaje en estrecha colaboración con las comisarías.
Él tiene a cargo alrededor de 250 oficiales. Desde Balvanera, las motos salen todos los días a patrullar el territorio porteño. "Recorremos La Boca, Once, Constitución o donde nos indiquen", detalla.
Además, el equipo colabora en la orientación del tránsito cuando hay manifestaciones y eventos masivos, como recitales o partidos de fútbol, así como acompaña los micros de la Selección Argentina cuando juega en la Ciudad y participa de la custodia de las autoridades nacionales y extranjeras en los traslados protocolares.
Esas tareas las comparten con el Departamento Táctico Motorizado, comandado por el comisario Gustavo Becker. "Rodeamos y brindamos protección a equipos, funcionarios y paquetes delicados", precisa.
Este departamento se divide en dos grupos: el Grupo de Acción Motorizada (GAM), dedicado a los eventos masivos y preparado especialmente para evitar y disipar los disturbios, y las Unidades de Saturación y Detención, orientada al patrullaje de zonas en las que se registraron delitos graves.
Los equipos trabajan en binomios: siempre hay un piloto y un operador, que se sienta atrás de quien conduce y puede portar una escopeta o ir con las manos libres, según lo requiera, para la detención de delincuentes.
En la calle, los vehículos de los departamentos, ambos dependientes de la Dirección de Operaciones Motorizadas, se distinguen por su color. Mientras el primero cuenta con motos azules, las otras son negras y están cubiertas por rejas en los puños, el frente y el lateral. "Cuando nos lanzan piedras pueden dañarlas", explica Becker.
Para integrar el departamento comandado por Rios Ledezma, los agentes deben tener, además de la licencia para conducir, una habilitación otorgada por la Policía de la Ciudad para manejar motos de más de 300 centímetros cúbicos. Por su parte, los que integran el departamento a cargo de Becker deben haber aprobado, además, el curso básico de operaciones motorizadas dictado en el Instituto Superior de Seguridad Pública.