El argentino perdió en semifinales ante el noruego Casper Ruud por 4-6 y 5-7, luego de una hora y 54 minutos. Cerúndolo dejó pasar numerosas oportunidades para quebrar el saque del rival.
Gran semana tuvo Francisco Cerúndolo en el Masters 1000 de Madrid y quedó muy cerca de la gran final, pero no pudo en las semifinales ante el noruego Casper Ruud después de dejar pasar varias oportunidades.
Ruud se impuso por 6-4 y 7-5, luego de una hora y 54 minutos, para meterse en la final del cuarto Masters 1000 del año, donde se cruzará con el británico Jack Draper (5°).
El argentino se mostro errático en los momentos clave, cuando tenía todo a favor para tomar ventaja, para abrir hueco y encarrilar la conquista de un set.
Pero fueron un lastre para Cerúndolo los errores y la falta de acierto para quebrar el saque del europeo. Cerúndolo solo aprovechó tres de las dieciocho oportunidades de 'break' que tuvo y cuando rompió, fue incapaz de consolidar esa ventaja con su saque. Ruud, se mostró más sólido y, sobre todo, no perdió la concentración en los momentos que más la necesitaba.
Y es que a pesar de que ha perdido partidos decisivos en grandes torneos, como dos finales de Roland Garros o una del Abierto de Estados Unidos, el jugador de Oslo, otrora número dos del mundo, ha aprendido la lección y aglutina experiencia. Es lo que le falta a Cerúndolo, excesivamente tenso en momentos vitales para el devenir en el partido.
Aunque el partido comenzó con incertidumbre para el noruego debido a un fuerte dolor en la espalda que requirió atención médica, supo recuperarse y mantenerse en la pelea.
Cerúndolo empezó sólido, logrando un quiebre temprano y mostrando autoridad en sus golpes. Sin embargo, Ruud no tardó en recuperar terreno y nivel, igualando el marcador en 4-4.
En el cierre del primer set, el argentino cometió varios errores desde el fondo de la cancha, lo que permitió que el noruego se llevara la manga por 6-4.
El segundo set comenzó con una dinámica irregular. Ambos jugadores sostuvieron sus primeros juegos de saque, pero los quiebres no tardaron en aparecer, manteniendo la igualdad en el marcador.
A medida que avanzaba el partido, ambos cometieron errores, haciendo que el nivel del juego bajara. Aun así, la lucha se mantuvo hasta el 4-4, donde Ruud logró ser más agresivo, subiendo a la red y aprovechando las oportunidades para ponerse 5-4.
En el tramo final, Cerúndolo siguió peleando, pero sus errores le costaron caro. Con el partido 6-5 a su favor, Ruud encontró el quiebre definitivo y selló la victoria en casi dos horas de juego.
Ni siquiera el empuje del público argentino, del que se quejó Ruud en el cuarto juego del segundo set, decisivo, que duró un cuarto de hora y cuyo servicio pudo mantener, le hizo perder la calma.
En su segunda semifinal en la Caja Mágica, Ruud salió airoso. Perdió la de 2021 ante el italiano Matteo Berrettini. Será su tercera final de un Masters 1.000. Perdió la de Miami de 2022 ante Carlos Alcaraz y la de Montecarlo frente al griego Stefanos Tsitsipas. Ahora va a por la tercera, que espera culminar con éxito y elevar a trece el número de títulos en su carrera, el segundo en 2025 tras el de Dallas.
El gran torneo de Cerúndolo lo deja entre los veinte mejores del mundo por primera vez en su carrera. No pudo lograr su victoria veinticinco y superar a Carlos Alcaraz y Alex de Miñaur como el jugador con más partidos ganados en lo que va de año.
Se quedó a un paso de convertirse en el primer finalista argentino de un Masters 1.000 desde Diego Schwartzman en Roma en 2020.
Cerúndolo analizó con una dura autocrítica el encuentro: "Fue muy mal partido. Cometí muchos errores; por momentos jugué muy bien y en otros mal. Él tampoco jugó un gran tenis, pero tuve un mal partido".
"Me voy contento y en un par de días sacaré lo positivo. Ahora todavía no, pero es mi segunda semifinal de un Masters 1.000 y no me puedo criticar por lo que hice esta semana", destacó el tenista bonaerense.
Cerúndolo reconoció que acusó la tensión, sobre todo ansiedad porque desperdició numerosas ocasiones.
"¿Nervios en el partido? Sí... no tanto los nervios, pero sí la ansiedad. Se me iban muchas oportunidades. Y cada vez que se te presenta una nueva la ves más difícil de concretarla. Tuve demasiadas oportunidades que no pude ganar".
"Ya es difícil generar millones de puntos de 'break' y yo los generé y no los pude concretar. Cuando jugaba pasivo, los ganaba él y cuando atacaba se me iban fuera. Tuve muchísimas oportunidades", insistió el sudamericano.
"Salgo con mi mejor ránking y ojalá pueda seguir mejorando. No jugué excelente en Madrid, pero sí a un buen nivel y con lo que me daba me defendí bien", resumió Cerúndolo, que piensa ahora en el Masters 1.000 de Roma.
"Espero que no me quite la confianza lo sucedido en este partido y que en Roma vuelva a jugar bien. En un partido les pasan a todos cosas como esta. Pero en tres días, cuando lo vea en perspectiva, lo veré mejor", señaló Cerúndolo.
"En mi mente ahora hay mucha bronca. Perdí jugando mal y aún así perdí muchas oportunidades porque él tampoco jugó excelente", lamentó. "Jugó mejor los puntos críticos que yo", subrayó.
Por su parte, Ruud habló de su condición física: "No estaba seguro de poder terminar el partido. Sentí algo en la costilla durante el calentamiento justo al final, antes de salir, y lo noté en casi todos los golpes. Pero recibí un tratamiento rápido y tampoco hay mucho más que se pueda hacer porque solo tienes tres minutos para tratarte".
No está convencido de la situación el noruego, que confía en que no sea grave: "Lo veré más adelante. Pero solo me dieron un par de analgésicos. No es lo ideal, pero en una situación como esta hay que hacerlo. Tomé un buen ritmo y mejoré a medida que avanzaba el partido. Entré en calor y subió la adrenalina, pero necesito que me lo examinen. Espero que no sea nada grave, pero fue bastante intenso".
"Estos son los momentos en los que el esfuerzo tiene recompensa, aunque la lesión me ha quitado un poco eso. Tiene cosas positivas y divertidas como viajar por el mundo y, la verdad, vivir esta vida es como un sueño. Pero hay luchas constantes. Casi todas las semanas tienes alguna dolencia, fatiga, estrés..", comentó el noruego.
"Pero me encanta lo que hago y eso es lo que me mantiene en marcha y motivado cada día. Pero también lamento decir a los aficionados que no reciben toda la información que tenemos. Hay cosas que uno se guarda para sí mismo, sobre todo cuando se trata de ciertos dolores y cosas. Hay más cosas de todo aquello que escuchan los aficionados", apuntó el noruego.
El británico Jack Draper, quinto favorito, superó al italiano Lorenzo Musetti por 6-3 y 7-6 (4) y alcanzó la final que jugará con Ruud.
El jugador de Sutton, que el lunes será el quinto del mundo en detrimento del serbio Novak Djokovic, se mostró menos errático que el italiano, que no pudo repetir final en un torneo de este nivel, como hace dos semanas cuando llegó a la de Montecarlo que perdió ante Carlos Alcaraz.
Draper, que se situó en su primera final del circuito en polvo de ladrillo y que tardó una hora y 57 minutos den lograr la victoria, disputará el título el domingo con Ruud.
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