El Loco vistió las camisetas de Newell´s, Instituto y Argentino de Rosario entre 1976 y 1980 -era zaguero central-, pero lo más destacado de su romance con el fútbol lo experimentó en la función de entrenador.
Ganó dos títulos locales al mando de "su" Newell´s y otro bajo la conducción de Vélez, mientras que con la selección nacional obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. También dirigió al Atlas y al América en México, al Espanyol y al Athletic de Bilbao en España y a la selección de Chile.
Desde el 22 de diciembre de 2009, el estadio de Newell's lleva su nombre, como tributo del club rosarino a la fidelidad hacia esos colores que Bielsa siempre demostró dentro y fuera de la cancha.
Entre las miles de frases jugosas que dejó ante los periodistas, alguna vez dijo: "Deberíamos aclararle a la mayoría que el éxito es una excepción. Los seres humanos muy de vez en cuando triunfan".
Y aunque su carrera no todos fueron éxitos, porque también le tocó perder y absorber tristezas grandes -por ejemplo, la eliminación en primera ronda del Mundial 2002, al frente de una Argentina que había moldeado pacientemente-, hay uno indiscutible en el plano personal, algo que él cosechó sin renunciar a su esencia: la admiración de muchos y el respeto de todos.
En el sitio web del Olympique de Marsella se lo agasaja con un saludo en español. Nos sumamos... e imaginamos que cada uno de sus colaboradores y dirigidos, aquí y en todos los sitios donde desplegó su tarea, lo ayudarán imaginariamente a apagar las 60 velitas.