Hincha de Lanús asesinado fue velado en sede del club
El velorio de Javier Gerez se llevó a cabo en la sede de Lanús Podestá, con la presencia de unos 500 simpatizantes granates. Pidieron justicia
Javier Gerez, el hincha de Lanús de 42 años, asesinado el lunes por la noche durante el partido con Estudiantes de La Plata, fue velado este martes en una sede del club, con la presencia de unos quinientos hinchas granates.
Gerez fue velado en la sede de Lanús Podestá, ubicada en la calle Vélez Sarsfield 1370 de Lanús Oeste, acompañado por unos quinientos simpatizantes del club y una docena de coronas. La sala velatoria fue armada en el salón principal del lugar, cubierto por la bandera principal de la barra brava de Lanús, con la inscripción 'La 14' y las estrellas por los títulos que obtuvo el club a lo largo de su historia. Entre las coronas presentes en el velatorio del socio 8.643, se destacaban la del Club Lanús, Barrio Obrero, Subcomisión del Hincha, la Peña Granate Almirante Brown y una del Sindicato de Camioneros.
El intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, y el presidente del club, Alejandro Marón, también se acercaron a la despedida del hincha y se retiraron sin hacer declaraciones. Al llegar al sepelio, la madre de Gerez sufrió un desmayo, pero fue rápidamente auxiliada por personal de emergencias médicas, mientras que los hermanos del fallecido, visiblemente alterados, no dieron declaraciones. Diego Goncebate, uno de los referentes de la barra brava de Lanús, pidió hoy "justicia" por la muerte de Gerez. "Queremos pedir justicia por Javier, era absolutamente inocente. No era de la barra, sino de la Subcomisión del Hincha. Lanús es un club familiar, nos conocemos todos. El tenía muy buena relación con nosotros", dijo Goncebate en el velatorio. "Javier intercedió ante la policía cuando estábamos ingresando la mayoría de los hinchas y nos empezaron a pegar a mansalva. Ya estaba prácticamente adentro del estadio cuando intentó pedirle a la policía que se calme, que él frenaría a los hinchas, y uno de Infantería le disparó a sesenta centímetros", agregó.
Por otro lado, el hincha de Lanús sostuvo que él "venía más atrás de donde sucedió el hecho con el último grupo" y que hay testigos que le dijeron que a Gerez "le dispararon otro tiro en el piso para rematarlo". "Cuando llegué traté de ayudarlo, pero estaba moribundo. Empezaron a tirar gas pimienta, que para una persona herida es lo peor que le pueden hacer, era terminar de matarlo. Aclaro que no hubo ningun incidente por las entradas, íbamos ordenados pero antes de llegar notamos un clima enrarecido", consignó. "Cuando llegamos nos empezaron a pegar con palos, yo tengo varios golpes. Lo que le pasó a la hinchada de Lanús le pudo pasar a cualquier hinchada que hubiera ido ayer al estadio. No sé qué pensará este policía que lo mató. Por su culpa, un chico de once años no tendrá el domingo al padre en su día", concluyó.