El vicepresidente de Boca, Juan Román Riquelme, y su hijo Agustín fueron elevados a juicio oral en el marco de la causa que investiga la presencia del joven en la Bombonera en el partido de Boca y River el 14 de marzo pasado, fecha en la cual el hijo debía estar en aislamiento obligatorio luego de volver de su viaje de egresados en Cancún.
El caso está en manos de la fiscal Celsa Ramírez. Los Riquelme se encuentran imputados por el artículo 205 del Código Penal, que sanciona al que viola las medidas tomadas para controlar una epidemia con una pena que va de los seis meses a dos años. También por el 202, que castiga a aquel que propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas.
Se especula, también, con que la familia a través de su defensa podrían intentar un pedido de una probation, con sanciones menores. Ambos acusados se negaron a declarar a mediados del mes pasado en sus indagatorias.
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