El equipo dirigido por
Marcelo Gallardo no la pasaba bien y
Marcelo Barovero había sido el jugador con actividad durante los 45 iniciales. Pero en el complemento, los del
Muñeco revirtieron la imagen, no le dieron respiro a los locales y recordaron lo sucedido seis días antes, cuando
anularon a Boca en el Superclásico de la semi.
La única situación en la que el
Millonario preocupó al arquero
argentino Franco Armani en el tiempo inicial fue con un centro cruzado que
Teófilo Gutiérrez, a los 32 minutos, no llegó a empujar a la red.
Por su parte, los conducidos por el DT
Carlos Osorio inquietaron la valla de
Trapito en más de una ocasión: a los 6,
Edwin Cardona pateó un tiro libre con destino de gol, que Barovero desvió al tiro de esquina con un previo roce en el poste derecho; a los 19,
Daniel Bocanegra ganó en el área visitante, pero no acertó; A los 38, nuevamente el ex
Vélez tuvo que utilizar los puños para desviar un nuevo disparo del único goleador de la noche hasta ese momento.
Así, los
Núñez esperaron el final del primer acto para cambiar la historia en el complemento.
Apenas arrancó el segundo tiempo, se notó que el discurso del
Muñeco en el descanso caló hondo en sus futbolistas.
Carlos Sánchez, que no llegó a conectar bien, y
Leonardo Pisculichi, con un tiro libre que hizo estirarse a Armani, le movieron la estantería a los cafeteros.
El ex
Argentinos Juniors concretó la amenaza con un zapatazo de más de 30 metros. La pelota atravesó todo el área y pegó en el costado de la red.
Golazo. Nada que hacer para Armani.De ahí en más, el partido se volvió de ida y vuelta. Ni unos ni otros se conformaron con lo hecho
hasta el 1-1 que resultó definitivo. Si bien los locales tomaron la iniciativa de ir por una ventaja necesaria para la revancha, el planteo de
River los dejó inmóviles y el contragolpe pudo ser la vía que le diera un triunfo con olor a sentencia a los argentinos.
Tras el tanto de Piscu, a los 72 minutos,
Ramiro Funes Mori estuvo a punto de alargar su racha goleadora. Un cabezazo, de pique al suelo que salió apenas desviado paralizó a los
40 mil verdolagas presentes en el Atanasio Girardot. Fernando Cavenaghi (ingresó por Rodrigo Mora a los 67 minutos) tuvo la más clara en su pie derecho: la pelota salió apenas arriba del ángulo de Armani, mientras Teo, por el medio,
lamentaba la gula de su compañero de ataque.
Barovero, que dejó de ser protagonista, sólo pudo ser espectador en la única situación clara generada por los cafeteros en el segundo tiempo. Berrío, otra vez, desbordó por la derecha y envió un centro que cayó en la testa de Pérez. Tras el cabezazo,
la pelota se estrelló en el travesaño. Salvo por algunas
insinuaciones superficiales, La Banda no sufrió más.
El Millonario se plantó de igual a igual en Medellín y demostró que de visitante o de local, la intención siempre es la misma: ganar. Es cierto, la floja actuación de los primeros 45 pudo costar caro. Pero con más de
50.000 gallinas en el Monumental y con el antecedente de lo hecho este miércoles en territorio ajeno, la
Copa Sudamericana debería quedar en Núñez, después de 17 años sin vueltas en competiciones continentales.
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La vuelta de Matías Kranevitter
Desde el domingo 21 de septiembre hasta hoy
River no fue el mismo del inicio del semestre. Sí, es verdad, el Millo ganó más de lo que perdió (ganó nueve partidos, empató seis y perdió dos entre Torneo y Copa) y, aunque no depende de sí mismo, en 11 días podría celebrar la doble corona:
Copa Sudamericana y Torneo local.
Pero aquel día marcó un antes y un después en el equipo de Gallardo. Aunque el delirio invadió al Monumental por la
goleada 4-1 ante Independiente,
la fractura del quinto metatarsiano en el pie derecho de
Matías Kranevitter significaría una merma en el rendimiento del conjunto.
"Colo", desde la mitad del campo de juego, llevaba la batuta: marcaba el ritmo de presión en campo contrario, balanceaba los desajustes generados por las ausencias del resto de los mediocampistas -todos con más peso en el área rival que en campo propio: Pisculichi, Sánchez y Rojas- y las daba todas redondas. De rueda de auxilio a primer atacante.
Leonardo Ponzio rindió examen y aprobó mientras lo reemplazó, aunque los del Muñeco dejaron de sacar ventajas abrumadoras.
La fractura en el pie del volante también significó la fractura del equipo. Los pronósticos más ambiciosos, 79 días atrás, lo ubicaban en una pretemporada a la par de sus compañeros. Pero así como Cavenaghi se recuperó en tiempo récord de su
bursitis, Kranevitter reapareció, contra todos los augurios, este miércoles ante Atlético Nacional -entró por Piscu, a los 31 minutos del segundo tiempo-.
En los 17 minutos que jugó, el tucumano dejó un pase gol que Cavegol no supo aprovechar y le dio el toque corto necesario a su equipo para que el partido se durmiera lentamente en sus pies. Por momentos, River volvió a ser el mismo.
¿Gallardo se la jugará por Kranevitter de titular en la revancha de la final de la Copa Sudamericana?
Mirá los goles: Atlético Nacional: Franco Armani; Daniel Bocanegra, Alexis Henríquez y Oscar Murillo; Alejandro Bernal, Alexander Mejía y Farid Díaz; Edwin Cardona; Orlando Berrío, Luis Ruiz y Jonathan Copete.
DT: Juan Carlos Osorio.River Plate: Marcelo Barovero; Emanuel Mammana, Germán Pezzella, Ramiro Funes Mori y Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Leonardo Ponzio, Ariel Rojas y Leonardo Pisculichi; Teófilo Gutiérrez y Rodrigo Mora.
DT: Marcelo Gallardo.Gol en el primer tiempo: 34m. Berrío (AN).
Gol en el segundo tiempo: 20m. Pisculichi (R).
Cambio en el primer tiempo: 37m. Alejandro Guerra por Bernal (AN).
Cambios en el segundo tiempo: 13m. Sebastián Pérez por Copete (AN), 16m. Augusto Solari por Mammana (R), 21m. Fernando Cavenaghi por Mora (R), 25m. Wilder Guisao por Berrio (AN) y 30m. Matías Kraneviter por Pisculichi (R).Amonestados: Pezzella (R) y Gutiérrez (R).
Árbitro:
Ricardo Marques Ribeiro (Brasil).
Estadio:
Atanasio Girardot.
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