Las variadas hipótesis -solo eso- sobre cómo surgió la vida en la Tierra son analizadas por Antonio Las Heras.

Sobre cómo surgió la primera forma de vida en la Tierra, el planeta que habitamos, hay varias hipótesis. Pero lo que nos interesa destacar es que son, precisamente, eso: hipótesis. O sea, que se trata de suposiciones que –obviamente– hasta el presente no fueron debidamente comprobadas.

Lo más frecuente es escuchar la idea de que, en tiempos remotísimos –hace unos 3.850 millones de años– se dieron ciertas condiciones que permitieron determinadas reacciones físico/químicas generando formas de vida primigenias y microscópicas.

Signos de –aparente– vida bacteriana se han detectado en rocas de hace 3.500 millones de años. De allí habría tenido lugar un larguísimo trascurrir de idas y vueltas en la evolución hasta llegar a las especies vegetales y animales como hoy las conocemos y, por supuesto, la concreción de la especie humana.

Todo esto choca con varios problemas irresueltos. El más importante es que se parte del presupuesto de que por un entramado de materia inerte tiene lugar algo nuevo y diferente que cuenta con vida propia. Ni aun los más modernos laboratorios del siglo XXI han podido lograr vida a partir de lo inerte. Por esta razón, otros investigadores prefieren – aunque su hipótesis no es muy aceptada en el campo académico– referirse a la “panspermia” como originadora de la vida terrestre.

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"Semillas de la vida"

La panspermia (del griego antiguo πν (pan) "todo" yσπρμα (esperma) "semilla", es la hipótesis que propone que formas vivientes existen en todo el Cosmos y que las mismas se encuentran esparcidas en polvo espacial que hay en meteoritos, asteroides, cometas y planetoides y que, a medida que esa dispersión avanza, llega a lugares del Universo donde las condiciones son las adecuadas para crecer y multiplicarse.

Dicho de otro modo, algunas de estas “semillas de la vida” vagando por el espacio, llegaron a la proximidad de nuestro planeta, fueron atraídas por la fuerza de gravedad, ingresaron a la atmósfera y el viento las fue distribuyendo por distintos lugares de la superficie. De manera tal que, en un momento determinado, hubo varios –y no sólo uno– focos que dieron inicio a la vida terrestre.

La primera mención conocida del término la encontramos en los escritos del filósofo griego Anaxágoras (siglo V a. J.) La idea de la «panspermia» fue sostenida por el biólogo alemán Hermann Richter, ya en 1865. En 1908, el químico sueco Svante August Arrhenius (1857/1929) usó este término para explicar el comienzo de la vida en la Tierra. El prestigioso astrónomo Fred Hoyle (1915/2001) también apoyó esa hipótesis.

Cuando el Premio Nobel de Química le fue entregado a Svante Arrhenius, éste –de inmediato– popularizó el concepto de que la vida en nuestro planeta se había originado desde el espacio exterior. Aquí las cosas se pusieron un tanto más complejas para el campo académico: no es tan sencillo discutir a un Premio Nobel.

De todos modos, la hipótesis panspérmica sigue sin alcanzar suficiente difusión en escuelas, colegios y universidades.

En síntesis, lo concreto es que no hay precisiones en si la vida se originó en la Tierra a partir de materia inerte y, en ese caso, cómo fue tal aún enigmático proceso, o si bien llegó desde el Cosmos y, en ese caso, somos “hijos del cielo estrellado” como afirma un mito de los pueblos originarios de América.

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"Algún factor espiritual desconocido"

Las cosas se complican más aún cuando indagamos sobre cómo aparece la especie humana en la Tierra.

El biólogo español experto en el estudio del ADN antiguo, Carles Lalueza-Fox –paleogenetista del Institut de Biologia Evolutiva (IBE, UPF-CSIC), Barcelona– es muy concreto al respecto cuando señala que la sempiterna cuestión sobre nuestro origen permanece todavía en el aire.

Algún factor espiritual desconocido tiene que ser la explicación más justa, para saber de dónde proviene el origen de las cualidades humanas, así como su inteligencia para sus habilidades artísticas y científicas”, afirmaba el biólogo y filósofo británico, especializado en anatomía comparativa Thomas Henry Huxley (1825-1895)

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Algún poder inteligente ha guiado o determinado el desarrollo evolutivo del hombre”, pensaba el naturalista, explorador, geógrafo, antropólogo y biólogo británico Alfred Russell Wallace (1823- 1913)-

Antropólogos y paleontólogos nos hablan de diferentes momentos de esa evolución que –al parecer– condujo a la concreción de la especie humana como la conocemos en la actualidad. Desde millones de años atrás en que surgieron los “homínidos” –primates con algunas características humanas– hasta unos cientos de miles de años en que surgen el homo habilis, el homo erectus, el homo sapiens…

La evolución humana u hominización es la denominación científica que recibe el proceso gradual e histórico de cambio biológico desde los ancestros más primitivos (Australopithecus) del ser humano hasta la aparición de nuestra especie tal y como hoy la conocemos (Homo sapiens).

Según un equipo internacional de investigadores liderado por la genetista del Instituto Garvan de Investigaciones Médicas de Sídney, Vanessa Hayes, los humanos modernos proceden de una sola población que vivió en el sur de África hace unos 200.000 años.

Interrogantes sin respuestas

Esto, en líneas generales, es aceptable. Pero cuando indagamos en detalle aparecen interrogantes sin respuesta. Veamos algunas:

- ¿Cómo se instala en la especie humana la capacidad de pensar de manera racional y reflexiva, contar con libre albedrío para tomar decisiones y – más todavía – tener creatividad, inventar y descubrir?

- Si ya había “Homo sapiens – sapiens” hace más de cien mil años, ¿por qué siguieron viviendo en grutas y cavernas sin desarrollar sus capacidades mentales creativas?

- ¿Qué pasó hace entre veinte mil y quince mil años que la especie humana inició un recorrido cada vez más veloz de evolución en todos los aspectos? ¿Y por qué hasta entonces no lo había hecho? ¿Acaso “algo” apretó un botón que desató este desarrollo imparable que tenemos?

- Cómo ya dejara constancia el Premio Nobel de Medicina Alexis Carrel, aquí lo que hay que explicar es ¿cómo se instala esta capacidad de pensamiento racional y creativo en nosotros? Algo que, en verdad, nos convierte en “ser como dioses” ya que habita en cada uno de nosotros una posibilidad que está vedada a las demás especies terrestres.

- Existimos desde hace cientos de miles de años; pero sólo hace poco comenzamos a desarrollar lo que conocemos como civilización, ¿Por qué en ese momento y no antes?, ¿Qué sucedió que produjo este cambio radical sacándonos de la caverna para llevarnos a la conquista del espacio?

En busca de respuestas para estos interrogantes hay, obviamente, diversas hipótesis. Pero que sólo son eso: posibilidades a demostrar. Hay que seguir investigando.

Teniendo en cuenta que, hasta el presente, no hay respuestas ciertas y definitivas ni para explicar la aparición de la vida en la Tierra, ni de qué manera los humanos tenemos las singulares capacidades de que estamos dotados. Sin las cuales, por ejemplo, escribir estas reflexiones habría sido imposible.

Antonio Las Heras es doctor en Psicología Social, parapsicólogo y filósofo. Su más reciente libro es “¿Qué hay detrás de los OVNIS? www.antoniolasheras.com

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