El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció este miércoles la decisión de su gobierno de reducir desde 20 % hasta cero el impuesto sobre la importación de revólveres y pistolas. La medida entrará en vigor en apenas tres semanas, el próximo 1 de enero de 2021.
El mandatario brasileño hizo público el anuncio a través de un mensaje en su cuenta de Twitter en el que festejó la decisión aprobada por la Cámara de Comercio Exterior (Camex) del Gobierno. Además, en dicha publicación, Jair Bolsonaro informó la supresión de los impuestos a 509 productos para "combatir el covid-19", así como los necesarios para tratar otras patologías médicas.
La Camex, un organismo interministerial, no presentó ninguna justificación en la resolución por la que eliminó los impuestos sobre la importación de armas.
Además de reducir el arancel a cero, la Camex incluyó las pistolas y los revólveres en la lista brasileña de excepciones al Arancel Externo Común acordado por los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
Durante los dos años en los que el político ultraderechista lleva en el poder, las ventas de armas se han triplicado en Brasil. "¡Quiero que el pueblo se arme! ¡Es la garantía de que no va a aparecer un hijo de puta para imponer una dictadura aquí! ¡Qué fácil es imponer una dictadura!", llegó a afirmar en una reunión con sus ministros el pasado 22 de abril.
Y, en ese sentido, el pasado 2 de noviembre, replicó ese discurso asegurando que “el pueblo armado jamás será esclavizado”.
Desde que inició su mandato, en enero de 2019, Bolsonaro ha adoptado varias medidas para flexibilizar la posesión y portación de armas en Brasil, lo que fue una de sus principales promesas de campaña. Entre ellas se incluye la que permite a cualquier ciudadano comprar hasta cuatro armas.
La flexibilización comenzó a regir en junio de 2019 cuando entraron en vigor diversos decretos y una ley que facilitan el acceso a las armas y anulan varias de las disposiciones del Estatuto del Desarme que Brasil aprobó en 2003.
En total hay más de un millón de brasileños con licencia legal de armas y tan solo la mitad son militares o policías. Y, según datos oficiales, en los ocho primeros meses de este año los brasileños registraron 105.000 nuevas armas ante la Policía Federal, un número en un 59 % superior al del mismo período del año pasado.
Pese a que el mandatario considera que su política armamentista permite que los ciudadanos puedan defenderse de los criminales, las organizaciones de defensa de los derechos humanos aseguran que se trata de una idea contraproducente debido a que la mayoría de las armas que son decomisadas a criminales fueron compradas legalmente y robadas a sus propietarios.
Coronavirus: el llamado de atención a la vacuna de Pfizer
El Amazonas perdió el 8% de su territorio por la deforestación
comentar