
La buena noticia es que todavía restan once días para el clásico ante Chacarita en San Martín, pero el nuevo Tigre duró 45 minutos en los cuales fue hasta un poco superior a Vélez. Por lo hecho en el segundo tiempo, la imagen terminó siendo preocupante. Quedaron claros algunos errores como por ejemplo, que a Galmarini le cuesta asumir ese rol de volante centro en donde Caruso lo imagina y que ni siquiera la entrada de Pérez García, ya con el marcador alterado, logró cambiar la situación y todo terminó con algunas reprobaciones a Caruso Lombardi, que el entrenador respondió.
El técnico en concreto admitió que ‘fue un partido raro porque el primer tiempo fue muy bueno. Si en el entretiempo hubiésemos estado ganando nosotros, no nos hubiesen dicho nada. Caire parecía el ocho de Alemania, el doble cinco nuestro era una fiera y la defensa era impasable. Hasta ahí lo de Tigre fue muy bueno”. Además agregó: “arrancamos el segundo tiempo y a los dos minutos de hacer todo bien, nos convierten un gol por haberla perdido en el mediocampo. Después el equipo se desprotegió cuando hice los cambios para encontrar variantes. Tratamos de empatar y sin embargo cada llegada que tuvo Vélez fue gol. Eso es virtud del rival, no se puede decir nada”.
Al ser consultado sobre qué le pareció que le faltó Tigre, Ricardo dijo: “por ser un equipo nuevo le faltó hacer un gol y saber cómo manejar un partido habiendo hecho un gol. Tuvimos las situaciones para hacerlo, nos faltó la definición. Porque en una pelota que Caire le pinchó a Depetris, éste la erró y en una situación similar que Díaz la pincha, Andrada hizo el gol. La diferencia estuvo ahí, en la técnica”.
Respecto a la discusión que surgió en el complemento entre algunos hinchas y el DT, que tuvo como desenlace la expulsión de él del banco, explicó: “No me enojo porque siempre hay tres o cuatro que te molestan, pero esta vez era de mala manera. Hay cosas que me las aguanto, pero cuando vienen con cizaña no las tolero”.
Por último, haciendo referencia al nuevo equipo que rearmó con la llegada de más de veinte incorporaciones, el director técnico ratificó que era necesario dado que el Matador realizó una mala campaña en el último certamen y se fueron muchos jugadores.
“Tuve que montar un nuevo grupo porque hubo muchos vencimientos de contrato, jugadores que se tenían que ir porque le quedaban tres meses, como Echeverría y García”, y finalizó: “Tigre salió vigésimo séptimo en el campeonato pasado, hubo que hacer cambios. No es fácil armar un plantel nuevo, pero era necesario”.