A partir de que Carrió confirmó que no competirá en la Provincia, se da por descontado que lo hará en la Ciudad, para desvelo de Lousteau, que no la quiere de rival y vería así diezmada su fuerza ECO.

Lilita cumple: prometió que decidiría su destino electoral después de Semana Santa y, puntual como nadie, confirmó el domingo de Pascuas que no jugaría en la provincia de Buenos Aires.

Una de las novelas del verano quedó resuelta así con la decisión de uno de los pesos pesado de estas elecciones legislativas de no competir en la que desde 2005 suele denominarse “la madre de todas las batallas”, que en materia electoral representa la oceánica provincia de Buenos Aires.

Elisa Carrió jugó al misterio por unos instantes en la mesa de Mirtha Legrand, pero no tardó en dejar claro que no haría el cambio de domicilio para aparecer en el padrón bonaerense, aunque nada dijo sobre si jugaría entonces en la Ciudad de Buenos Aires. Por eso se dio por descontado que así sería, hasta que uno de los periodistas de esa mesa buscó la confirmación que en este caso la líder de la CC-ARI no brindó.

Dispuesta ahí sí a estirar el tiempo de las decisiones, rehuyó una definición que se caía por su propio peso y abonó el terreno de las especulaciones al deslizar que si la denuncia en su contra avanzaba, estaba dispuesta en una de esas a renunciar a su banca, para no ampararse en los fueros.

Al no tener que cambiar de domicilio, ahora la líder de la Coalición Cívica no tiene ninguna prisa para resolver si una vez más será candidata porteña, así que podrá extender el tiempo de definiciones, aunque algunos especulan que esta misma noche lo anuncie en el programa A dos voces, de TN. Lo más probable es que no haga el anuncio formal, aunque se descuenta que terminará encabezando la lista de Cambiemos en el distrito natal del PRO.

Queda claro en ese caso que la permanencia de Lilita en la Ciudad y su participación activa en esta elección implica la división de ECO, la fuerza que sirvió como nave insignia de la última experiencia electoral de Martín Lousteau, compuesta por radicales, socialistas y, hasta ahora, la Coalición Cívica. No tiene sentido que si Carrió encabeza la lista oficial de Unión PRO, sus discípulos acompañen otra lista, así que el ex embajador argentino en Washington sufrirá una sangría. No podrá reeditar como deseaba su propuesta de 2015, cuando lo secundó el diputado nacional Fernando Sánchez, uno de los hombres más cercanos políticamente a Lilita.

Por el contrario, se espera que Carrió haga valer su presencia al frente de la lista oficialista: quiere que la acompañen al menos dos miembros de su fuerza en lugares expectantes de la lista. Un tanto avaros en un terreno que consideran propio, los macristas querrían ubicar al tercer “lilito” en el séptimo u octavo lugar, habida cuenta de que la expectativa moderada apunta a incorporar a ganar seis diputados nacionales. Número puesto para renovar su banca es el mencionado Fernando Sánchez, cuyo mandato vence este año como el de Carrió.

De las trece que estarán en juego, el oficialismo expone ocho bancas este año en el distrito porteño. Cinco corresponden al PRO, dos a la Coalición Cívica y la restante al radicalismo. Estas tres últimas fueron las que obtuvo la desaparecida fuerza UNEN, y la banca que hoy es de la UCR era de Martín Lousteau, quien participó en esa recordada elección de 2013 en cuyas PASO el ex ministro de Economía acompañó a Rodolfo Terragno, precandidato entonces a senador en la lista de SUMA+. Al renunciar Lousteau para ir a Washington, ocupó su lugar la radical Carla Carrizo, que forma parte del interbloque Cambiemos en Diputados.

LEA MÁS:

Los radicales son los que llevan las de perder en esta partida, pues el PRO no está dispuesto a armar Cambiemos en el distrito. Lo que no quiere es dar internas, ya que en ese caso tendría que compartir mucho más de lo que está dispuesto a dar. Y en rigor de verdad, si el dedo reemplazara a la interna, tampoco el PRO quiere repartir tanto. Además, una elección con la participación de Cambiemos no le aseguraría al oficialismo tampoco una elección en la que pudieran superar los siete escaños.

En rigor, le convendría al oficialismo competir con ECO, como está visto que sucederá, habida cuenta de que los diputados nacionales que ingresen por esa fuerza terminarían sumándose al bloque oficialista en el Congreso de la Nación. Así, generando su propia oposición, se garantizaría sumar muchos legisladores para la Cámara de Diputados, en detrimento del resto de la oposición. Un sistema que suele usar el peronismo en muchos distritos, compitiendo por separado y uniéndose después en el Congreso.

A menos que Lousteau termine aceptando alguna propuesta de las que le lloverán de aquí al cierre de listas. Por ejemplo del massismo, que no logra hacer pie en el distrito porteño, donde en las elecciones de 2015 su candidato Guillermo Nielsen no superó en las PASO el piso del 1,5% y el Frente Renovador no pudo participar de la elección de octubre. Algunos sectores del peronismo también cortejan al ex embajador, pero se supone que el radicalismo porteño será el dique de contención para cualquier acercamiento que lo aleje de manera extrema del oficialismo nacional.

Algunas versiones especulaban con la posibilidad de que Lousteau terminara encabezando la lista de legisladores porteños, un destino demasiado austero para las ambiciones del ex candidato a jefe de Gobierno que a punto estuvo de dar el gran batacazo en el balotaje. Poco probable, pues no cuenta con un candidato de peso para poner en la lista para diputados nacionales y se estaría arriesgando a hacer un fiasco que lo podría dejar muy mal parado para 2019.

El plan B para el caso de que por el oficialismo no jugara Lilita se llama Diego Santilli. El vicejefe de Gobierno porteño preferiría seguir como tal, pero está dispuesto a ponerse el traje de campaña si Macri se lo pide. Las mediciones que han hecho establecen que puede ganarle a Lousteau, aunque no con la holgura que Carrió garantiza.

Y es más que probable que Santilli termine jugando así Elisa Carrió encabece la lista. Porque el PRO necesita equilibrar los tantos con su socia, poniendo una figura de envergadura, que a su vez esperará que en ese caso una mudanza al Congreso nacional le valga la pena. Es ahí cuando Emilio Monzó se pone nervioso.

Contacto

Registro ISSN - Propiedad Intelectual: Nº: RL-2025-11499155-APN-DNDA#MJ - Domicilio Legal: Intendente Beguiristain 146 - Sarandí (1872) - Buenos Aires - Argentina Teléfono/Fax: (+5411) 4204-3161/9513 - [email protected]

Edición Nro. 15739

 

Dirección

Propietario: Man Press S.A. - Director: Francisco Nicolás Fascetto © 2017 Copyright Diario Popular - Todos los derechos reservados