El Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó 12,4% en agosto respecto de julio y un 124,4% en la medición interanual, con lo que la inflación acumula un alza de 80,2% en los primeros ocho meses del año, informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
El alza en los distintos rubros fue muy dispar y los alimentos fueron los que más aumento tuvieron en el octavo mes del año.
Según se desprende del análisis de las frías cifras, la división de mayor aumento en el mes fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (15,6%), impulsada fundamentalmente por la suba en Carnes y derivados (+25,6% en Gran Buenos Aires) y Verduras, tubérculos y legumbres (+19,3% en Gran Buenos Aires).
También incidieron con mayor peso en el dato de agosto los rubros de Salud (15,3%) –principalmente por los aumentos en Medicamentos (+20,3% en GBA)– y las subas en Equipamiento y mantenimiento del hogar (14,1%).
Las divisiones que registraron las menores variaciones en agosto fueron Comunicación (4,5%) y Bebidas alcohólicas y tabaco (8,5%).
A nivel de las categorías, el IPC Núcleo (grupos que quedan por fuera de los Regulados y Estacionales) aumentó 13,8% en el mes y 125,3% interanual y lideró el aumento, seguido por Estacionales (frutas, verduras, ropa exterior, transporte por turismo y alojamiento y excursiones) que subió 10,7% en el mes y 128,8% interanual.
Mientras tanto, el IPC de Regulados (combustibles para la vivienda, electricidad, agua y servicios sanitarios, sistemas de salud y servicios auxiliares, transporte público de pasajeros, funcionamiento y mantenimiento de vehículos, correo, teléfono, educación formal y cigarrillos y accesorios) aumentó 8,3% en el mes y 116,6% interanual.
Ese primer efecto, según estimaciones privadas, también dejaría a septiembre en el terreno de los dos dígitos mensuales.
El Gobierno apuró medidas de compensación de ingresos para evitar que el fogonazo inflacionario del mes pasado y el corriente tengan un impacto pronunciado sobre el poder de compra de los salarios en las semanas previas a las elecciones y que eso provoque, por una suba marcada del precio de la canasta básica, un aumento de la incidencia de la pobreza en todo el país.
Asimismo, el Ministerio de Economía se involucró en negociaciones con empresas de consumo masivo y de otros rubros para buscar senderos de precios acordados para algunos bienes claves de la canasta básica.
Según información de la Secretaría de Comercio, aún cuando esas negociaciones se iniciaron hace casi un mes, días después del salto del tipo de cambio oficial, de las 425 empresas con las que se iniciaron conversaciones, aún quedan fuera de la firma de esos convenios unas 145.
La inflación, hasta antes de la devaluación, había encarado una tendencia -muy inicial y aún en niveles muy altos- en los últimos dos índices.
El IPC había sido de 6,3% en julio, lo que representaba una suba de 0,3 puntos respecto a junio, cuando se ubicó en 6 por ciento. El pico tuvo lugar en abril, con 7,4% tras una aceleración de precios que siguió a la crisis cambiaria de la segunda quincena de ese mes.
Con el último dato de julio, durante los primeros siete meses del año la inflación minorista fue de 60,2% y de 113,4% en los últimos 12 meses.
Algunos primeros datos oficiales provinciales dieron cuenta de que en agosto volvió a acelerar la inflación, y que se movió a un ritmo que no registraba hace más de 20 años en la economía argentina.