“Yo comencé en Radio Mitre como corresponsal en Estados Unidos en 1979. En esos tiempos en la radio trabajé con Badía, Lagos y Neustadt. Pero en el ‘89, siempre como corresponsal de Mitre, se produjo la prohibición de los militares, dejé de salir al aire, y volví luego al país y pasé por otras emisoras como Continental y Nacional. Lo que pasó conmigo es que a los militares se les pasó mi presencia, porque recién después de un año y pico de salir desde Nueva York, la productora me llama y me dice: ‘Pepe, tenemos un problema: no podemos salir’. Se había conocido una disposición militar que determinó mi alejamiento de la emisora a la que hoy regreso. Algo similar ocurrió el 30 de diciembre de 2005, cuando este programa fue levantado en Radio Nacional y en democracia. Me dijeron: ‘Negro, se acabó’, textuales palabras. Por eso siempre les digo a los jóvenes que es maravilloso poder hacer radio en libertad y en democracia. No me siento participante del grupo multimedios de la radio, pero agradezco esta oportunidad de hacer honor a su eslogan que dice: ‘Más periodismo, más periodistas’”. Con la locuacidad y capacidad de síntesis propia de los profesionales de la palabra, Pepe Eliaschev -que de él se trata- se muestra feliz de volver a integrar la programación de Radio Mitre, la AM 790 que tan vinculada estuvo a sus orígenes en la actividad periodística. Su regreso (a Mitre, pues el programa salió al aire hasta el sábado pasado en FM Identidad) se concretará el sábado próximo, dando inicio a una nueva etapa de Esto que Pasa, la marca que lo identifica desde hace 25 años. El programa irá de 10 a 11.30 y además de continuar allí todos los sábados, Eliaschev tendrá a diario un espacio para la opinión siguiendo la agenda del día: “De lunes a viernes voy a hacer un editorial independiente dentro del programa de cierre de jornada que arranca a las 20 y que se llama Lo Que Queda del Día. Lo importante es que eso me permite tener contacto con la grilla diaria”. De grilla habla Pepe, y entiende que en la de la 790 hay diversidad: “Cualquiera se da cuenta de que Gelblung y yo somos diferentes, o que Lanata es diferente a Nelson Castro”. -¿No estarían unidos por su carácter opositor al gobierno? - Yo no me considero opositor, sino periodista.
Parar la pelota para pensar Hombre de convicciones firmes, Pepe sostiene que intentará aportar a su nueva emisora “la parte de reflexión editorial. Podemos hacer 300 notas del tema del tren en Once, pero creo que hay que detenerse a analizar y opinar con fundamento. No creo que la opinión editorial sea un género ausente en los medios, sino más bien que hay una ligera distorsión. Editorializar no es decir cualquier tontería. Quiero hacer honor a la tradición de que la opinión se legítima cuando está apoyada por elementos de juicio sólidos, información, datos, antecedentes y contexto histórico. Ahora abunda el opinionismo. Creer se creee en Dios, pero yo no puedo decir: ‘Hay corrupción’, tengo que fundamentarlo. Por eso digo que más que falta de opinión o información hay distorsión. La gente tiene información, pero lo que tiene es la gran necesidad de comprender”. Para el primer envío en Mitre, Eliaschev anticipa que el próximo sábado “no voy a tirar bombas porque soy anti bomba, pero le voy a dedicar un espacio grande a la historia de La Cámpora, con la autora Laura Di Marco, que hizo el libro La Cámpora. Es un libro periodístico, muy ilustrativo. El progama tiene un par de notas en el piso, como la del economista Carlos Melconián, y haré un par de notas telefónicas que estoy definiendo. Me gustaría escuchar todos los puntos de vista, aunque no está en nuestras manos obligar a que hable gente que no quiere hablar”.
Libertad de prensa Puesto a opinar sobre la libertad de prensa en nuestro país, sostiene Pepe que “por una parte como alguien que vivió en el exilio 10 años y al que no se la contó nadie, he vivido épocas terribles del país. A los jóvenes les digo que es muy grave y delicado pretender comparar una dictadura con Estado de sitio y toque de queda, con el Estado de derecho de esta Argentina donde hay garantías constitucionales. Ahora no quiero decir que estamos fantásticos. Hay amenazas a la liberad de expresión y me preocupa el crecimiento del peso específico del gobierno en los medios. Hoy por hoy, en tiempos de redes sociales, la censura es infinitamente más difícil de llevar a cabo, aun en China o en Irán. Pero en nuestro caso, hay manipulación, distorsión de la información. El gobierno no es lo mismo que el Estado. En la Argentina eso no se diferencia. Los medios públicos expresan el punto de vista oficial, y no otro. Hay un 46% que no ha votado a la Presidenta y debe tener representación en el sistema de medios públicos”, concluye.