Los jueces consideraron que las pruebas no eran contundentes y le dieron el beneficio de la duda. Ambos se desempeñaban en la Federal y vivían en Ranelagh, donde ocurrió la tragedia.
La Justicia quilmeña absolvió a una joven agente policial acusada de asesinar de un disparo en la cabeza a su pareja, también perteneciente a la fuerza, ya que sostuvieron que las pruebas no eran contundentes y le dieron “el beneficio de la duda”, por lo que indicaron que el sujeto se suicidó tras una violenta discusión y que, por su corta edad y el poco tiempo que llevaba dentro de la Policía Federal, ella no estaba capacitada para maquillar una escena de crimen.
Se trata de un caso controversial que ocurrió en enero de 2020 en una vivienda de Ranelagh situada sobre la calle 364 entre 310 y 311 y que no tuvo resolución hasta la jornada del martes, en el Polo Judicial de Quilmes y tras el correspondiente juicio. La familia del fallecido luchó hasta el último momento y pidieron cadena perpetua para la imputada, motivo por el cual el fallo no los dejó conformes bajo ningún punto de vista.
Según los magistrados del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número 4, Alberto Elio Ojeda, Andrea Vanina Calaza y Pablo Pérez Marcote, está comprobada la inocencia de Micaela Gómez de Olivera, de 28 años en la actualidad, por el episodio en el cual Damián García (31) culminó con un disparo en la sien y perdió la vida. Le dieron el beneficio de la duda y explicaron los motivos por los cuales no la condenaron.
Tanto Claudio Pelayo, a cargo de la Fiscalía, como Gustavo Julio, en la defensa de la familia del fallecido, habían solicitado la cadena perpetua. Los motivos se basan en que García era zurdo y que el orificio de entrada estaba en el lado derecho, que el arma utilizada era la de su pareja y que ella tenía restos de pólvora en una de sus manos. Sin embargo, no lo vieron así los jueces.
Olivera tenía 23 años al momento del hecho y se desempeñaba en la Policía Federal, con destino en la División Homicidios. Según indicaron sus defensores, por su corta edad y por su poca experiencia en las fuerzas, no tenía capacidad para maquillar un crimen. Si bien era una relación violenta, no dieron lugar a la suposición de que tuviera que ver con el lamentable hecho en el cual su pareja, también uniformado policial, perdió la vida por decisión propia.
Así las cosas la imputada, que llegó a la instancia judicial en libertad, seguirá gozando de dicha condición.