
Sebastián Alvarez, referente de Juntos por Brown, anticipó los pasos a seguir mientras que la Dirección Provincial de Personas Jurídicas evalúa observaciones administrativas.
La disputa interna en Brown de Adrogué continúa abierta tras las elecciones. La ajustada derrota de la lista opositora dejó un clima interno en tensión, alimentado por acusaciones de irregularidades en el proceso electoral y críticas al funcionamiento institucional. En ese contexto, Sebastián Alvarez, uno de los referentes del espacio que compitió por la conducción del club, detalló los puntos que mantienen el conflicto vivo y reconoce que la jornada de votación estuvo marcada por discusiones y desorden desde temprano. Su mirada permite reconstruir un mapa más preciso del malestar que atraviesa al socio y que, según afirma, dejó a Brown "dividido".
Alvarez puso el foco en lo que considera señales de falta de transparencia en el día del comicio. "Tuvimos reunión con la junta electoral y principalmente nos negaron que se pueda votar con DNI además del carnet, eso hubiera colaborado mucho en sumar transparencia a los comicios", subrayó. La imposibilidad de habilitar un mecanismo complementario de identificación aparece, para la oposición, como un punto clave: lo presentan como una decisión que restringió garantías y abrió dudas desde el inicio.
A esa desconfianza institucional se sumaron problemas durante el transcurso de la jornada. Según el dirigente, el clima se deterioró progresivamente y derivó en un cierre con incidentes. "Hubo problemas durante toda la jornada, desde muy temprano se generaron discusiones de todo tipo, que fueron creciendo durante la tarde y que lamentablemente terminaron en incidentes que por suerte no pasaron a más que empujones, corridas y más discusiones", explicó. Aunque no hubo heridos ni episodios graves, el acto electoral dejó abierta una herida y los cuestionamientos por la falta de apertura en el club se oyen cada vez más.
El referente opositor sostuvo que su agrupación nunca se planteó originalmente competir por la conducción, sino que la disputa surgió como consecuencia de un vínculo que la dirigencia no supo sostener. "El club históricamente tuvo graves problemas de comunicación, la falta de información y respuesta hicieron dudar mucho de la transparencia en la gestión del club. Creo que no supieron cómo incorporar al socio, nosotros empezamos como una agrupación para colaborar, no fue la idea inicial ser oposición, quedamos de la vereda del frente cuando nos cerraron las puertas", afirmó. La crítica apunta al modelo de gestión y a lo que consideran una falta de apertura para integrar voces distintas dentro de la vida institucional.
Con el resultado consumado, y mientras la nueva conducción se prepara para asumir, las miradas están puestas en el plano administrativo. La Dirección Provincial de Personas Jurídicas revisa distintas observaciones elevadas por la oposición y ese proceso podría prolongar la discusión sobre el cierre definitivo del acto electoral. Alvarez señaló que el escenario requiere tiempo y prudencia. "Creo que es momento de reflexión, es importante que todo se calme. A nivel administrativo hay muchas observaciones que se llevó personería jurídica con las cuales teníamos dudas, trabajaremos sobre eso", explicó. No descarta que el trabajo jurídico derive en algún planteo formal, aunque evita anticiparlo.
El dirigente también ponderó la importancia de que la nueva comisión marque una diferencia en materia de apertura y diálogo para evitar que la grieta interna se profundice. "Si la próxima comisión directiva demuestra transparencia podría colaborar en cerrar la grieta, hoy el club está dividido", planteó. En su mirada, el futuro inmediato dependerá en gran parte de la voluntad política de la dirigencia electa para recomponer vínculos y ofrecer respuestas a los reclamos acumulados.
El desafío para la conducción entrante será encontrar un camino que permita reducir tensiones sin desestimar planteos que, más allá de la confrontación política, hablan de necesidades estructurales. En ese sentido, la advertencia de Alvarez funciona como una síntesis del momento que atraviesa Brown: un club con historia, con una masa societaria activa y con objetivos deportivos por delante, pero que deberá resolver primero su propio funcionamiento interno para retomar estabilidad.