Quilmeño |
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Su madre lo encontró ahorcado en el garaje de su casa, en Miguel Cané al 3000. Analizan mensajes que tenía en su teléfono, para ver si era víctima de acoso por parte de sus compañeros, que negaron esa versión.
Un adolescente de 16 años se ahorcó en el garaje de su casa, en Quilmes, y la Justicia investiga si el motivo por el cual tomó la drástica decisión fue el bullying que sufría en la escuela, aunque los compañeros de su clase desmintieron esa versión y adjudicaron el suicidio a un cuadro de depresión.
El martes, alrededor de las 20, la madre de Tomás llegó a su casa y encontró a su hijo con una soga al cuello colgado en la cochera, en una vivienda ubicada en la calle Miguel Cané al 3000.
Los familiares descolgaron el cuerpo y llamaron a la Policía, pero ya no había nada que hacer.
La primera versión que surgió en torno al suicidio, señaló que Tomás era víctima de bullying en el colegio Manuel Belgrano de Quilmes Oeste. “Se están revisando los mensajes en el teléfono celular para comprobar si el joven sufría algún tipo de acoso”, señaló a Popular una fuente cercana a la investigación.
En ese contexto, se inició una causa judicial caratulada “Averiguación de causales de muerte”, con intervención de la Unidad Funcional de Instrucción Nº4 de Quilmes, a cargo de la fiscal Karina Gallo. “No podemos afirmar que el menor se suicidó por bullying o por depresión, ya que por el momento es materia de investigación. No dejó una carta y los propios familiares reconocieron que no tenía problemas con nadie, de modo que ellos están desconcertados”, indicó a este medio un funcionario del Departamento Judicial Quilmes.
En ese contexto, los compañeros de Tomás, que cursaba el 5to. año de la secundaria, desestimaron que el alumno fuera víctima de bullying y, por el contrario, apoyaron la versión de un cuadro de depresión.
A través de las redes sociales los alumnos del Manuel Belgrano manifestaron su consternación y dolor, al tiempo que rechazaron la hipótesis policial que indicó que el adolescente sufría acoso escolar. “Siempre tratamos de ayudarlo”, fue uno de los mensajes. “No se suicidó por eso”, indicó otro. De este modo, los compañero desviaron las presuntas motivaciones reales del chico hacia “lo que a él le pasaba fuera del colegio”.
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