El responsable de esta magnífica pesca es un viejo conocido de ésta sección: el guía de San Isidro, Mariano Bagini. Profesional que combina juventud con gran experiencia, su invitación a pescar siempre conlleva cierta garantía de éxito pues chequea mucho el rinde de sus lugares elegidos antes de llevar clientela. Y una vez más, no nos falló.
Junto a nuestro amigo Martín Bilyk, humorista de gran prestigio en radio y TV que se está prendiendo a nuestras salidas, partimos junto al guía y Norberto, uno de sus clientes, desde el Club Tribunales de San Isidro, a primera hora del sábado pasado. Con un río en inmejorables condiciones, armamos equipos de bait compuestos por cañas Tech Tomahawk "Wilmar Merino" de 7 pies, acompañadas de reeles Shimano Curado 201 y pusimos proa al puerto porteño, no sin antes testear un par de salidas de agua cerca del Parque de los Niños donde logramos un par de doraditos menores.
Finalmente antes de llegar a puerto paramos en un canal profundo a sacar bagres amarillos, que se convertirían en nuestra carnada dilecta a la hora de armar los aparejos de flote. Una vez completada una buena provisión de amarillos, entramos a puerto porteño, atracamos en una zona de fondeadero cerca de retiro y notamos una incesante actividad acuática con bulos por doquier. La "novedad" era la presencia de una draga que en marcha incesante se encontraba haciendo obra de canalización del puerto, para que pudiesen entrar con comodidad los grandes cruceros, por lo que el agua se hallaba demasiado turbia para pescar con señuelos. Así las cosas, armamos aparejos de flote, con boya palito, un metro y medio de brazolada rematada en leader y anzuelo 9/0, y encarnamos con postas de bagre amarillo.
Los piques no tardaron, y cada zambullida de boya se traducía en dorados bien gordos y combativos, con tamaños muy interesantes para el pesquero, pues solían pasar los 3 kilos holgadamente. Un compañero de otra lancha, llegó a meter una "chancha" de 7 kilos, tremendo trofeo para la zona. Logramos izar mas de 10 dorados, pero el guía no estaba conforme, pues sostenía que venía pescando mucho mejor antes de que la draga entrara en acción. Lo cierto es que vivimos una magnífica jornada donde también logramos un par de capturas a fondo. Eso sí, cuando se acabaron los bagres, no pudimos lograr uno más, pues a fondo los armados están a la orden del día atacando todo cebo que caía. Sin dudas, un paraíso pesquero en la puerta de casa.