Mark Zuckerberg falló en uno de sus propósitos de año nuevo por ahora: que la Justicia deje tranquila a Meta, la compañía matriz de Facebook.
Todo por culpa del juez James Boasberg, que rechazó su solicitud de desestimar una demanda interpuesta en su contra, por lo que los reguladores federales pueden continuar su investigación acerca de si Facebook supuestamente ha mantenido un monopolio de "redes sociales personales" para acabar con competidores potenciales.
En concreto, la Comisión Federal de Mercado de Estados Unidos (FTC, en inglés) apunta a la estrategia de absorciones por parte de Facebook, como es el caso de sus adquisiciones de Instagram y WhatsApp, dirigida a reducir a neutralizar a potenciales competidores.
La demanda de la FTC, luego de ser presentada en diciembre de 2020, había sido denegada en junio del año pasado porque, según Boasberg, no pudo probar de forma suficiente el supuesto poder monopólico de Facebook en el mercado de redes sociales. No obstante, tras volver a presentar el caso en agosto, el juez ahora considera que los hechos declarados son más "robustos y detallados que antes".
"La FTC ahora tiene los suficientes detalles como para poder establecer de manera fehaciente que Facebook ejerce un poder monopólico", señaló el juez según consigna la agencia Bloomberg.
"La agencia también explicó que Facebook no solamente posee una posición monopólica, sino que intencionalmente mantuvo la misma con una conducta anticompetitiva", agregó.
De acuerdo con el caso llevado adelante por Lina Khan, la presidenta de la agencia designada por Joe Biden; Facebook domina el mercado de redes sociales estadounidense y tiene el poder para excluir a la competencia.
El objetivo de la FTC es obtener el aval judicial para revertir las adquisiciones de Instagram y WhatsApp llevadas a cabo por Facebook en 2012 y 2014 respectivamente, las cuales habían sido originalmente aprobadas por el organismo.
La FTC argumenta que dichas adquisiciones formaban parte de una estrategia por Facebook de eliminar las compañías que puedan representarle competitivamente una amenaza a través de la compra de las mismas, y que la empresa, por como concibió su ecosistema, podría impedir incluso la entrada y posterior éxito de un producto superior.
La autoridad reguladora pide, como consecuencia, la desinversión de activos, incluyendo a WhatsApp e Instagram, con el objetivo de restaurar la competencia.
De acuerdo con la empresa de Mark Zuckerberg, Khan debería haberse recusado de llevar adelante el caso ya que, previo a su asunción en la FTC, había llevado adelante criticas públicas a Facebook.
Sin embargo, el fallo del juez Boasberg desestimó el argumento de Facebook de un posible sesgo por Khan.
"No hay indicación de que la decisión de la presidenta Khan de llevar adelante el caso contra Facebook fue basado en otra cosa que no sea su creencia en la validez de las alegaciones", manifestó en el fallo.