Es una afección fuertemente subdiagnosticada, ya que desde que aparece el primer síntoma hasta que la paciente recibe atención médica, transcurren en promedio 6,5 años. Las razones de esta demora pueden ser la vergüenza de confesar el problema o la falta de conocimiento sobre los tratamientos disponibles.
Puede aparecer como consecuencia de un parto, por cambios hormonales, sobrepeso o genética.
Por eso, es muy importante acudir al médico ni bien aparecen los primeros síntomas a fin de evitar mayores inconvenientes a futuro.