Acto seguido Maidana mostró el envoltorio y dijo "Guaymallén", tras lo cual el periodista sobre el ring, se lo bajó de un manotazo. El asunto se transformó de inmediato en tema central en las redes sociales, con miles de menciones, hasta transformarlo en Twitter, por ejemplo, en TT.
El Chino estuvo a la altura y salió vitoreado de un estadio que atronaba "¡Argentina, Argentina!". A la salida del mismo hasta fue llevado en andas por un nutrido grupo de los miles de argentinos que coparon Las Vegas, donde no faltó alguna escaramuza entre simpatizantes de uno y otro, cada cual defendiendo su fanatismo.
"Mayweather se la pasó llorando con el tema de los guantes, me hizo poner otros. Tenía miedo porque nunca le pegó un hombre como yo", sacó pecho el santafesino, contento con su performance. Todas las radios, la gente en bares, comercios, y hogares estaban pendientes del boxeo paralizando el país, al punto que en la TV Pública hubo picos de 25 puntos de rating (no llegan a los 41 que se hicieron con Maravilla-JC Chávez), y se espera el dato de Space que aparecerá en unos días y rondará los dos dígitos (el record de ese canal es De La Hoya-Trinidad con 15).
El mérito es que no fue algo mediático como el de Martínez, sino boxísticamente puro, con el perfil bajo de Maidana a cuestas. Boxeo y deporte en su máxima expresión.