Ancestrales teorías asocian los
problemas espirituales y de salud de cada casa a situaciones ambientales que habría que tratar de modificar
En las ancestrales teorías de la filosofía china, el hogar de cada uno, o sea el refugio propio, necesita contar con la energía indispensable para vivir en paz y armonía y así poder hacer frente a las contingencias del diario trajinar. En esa tradición china se habla de cinco demonios encarnados debido a las condiciones ambientales del hogar y que pueden llegar a perjudicar tanto la salud física como la espiritual de la misma forma.
Según estas milenarias creencias son cinco estas energías; el viento, el calor, la humedad, la sequedad y el frío y estas energías llamadas Demonios del Hogar están asociadas con las estaciones.
VIENTO
Si bien el viento es una corriente armoniosa, se lo asocia con el elemento madera y con la primavera, pero en el mundo oriental el viento toma nuevas formas como ser el aire acondicionado, la calefacción central, el horno a microondas. Cuando un ambiente está expuesto a viento ocasiona sudoración constante, tos crónica, estados alérgicos e inestabilidad.
FRIO
Como es de suponer, el frío está asociado al invierno y al elemento agua. Se trata de una energía fría creada no sólo por las bajas temperaturas invernales, también por el aire acondicionado y las corrientes de aire. Cuando el frío impera en un hogar, provoca fiebre, dolores de cabeza, dolores musculares e inoperancia.
CALOR
El calor propio del verano está asociado con el elemento fuego y los trastornos aparecen cuando las temperaturas son excesivamente altas. Además, la calefacción fuerte es una fuente constante para incitar a este demonio. Los síntomas que provoca son dolores de cabeza, sudoración e irritabilidad.
HUMEDAD
Dado que a la humedad se la asocia con los días de verano, se vincula con el elemento tierra y sobre todo con los últimos días del verano. Este demonio se posesiona de un hogar que tenga ambientes húmedos, oscuros y sin ventilación. Su imperio provoca sudor frío, ataques de reuma y fatiga física y espiritual.
SEQUEDAD
Este demonio de la sequedad debe su imperio por la falta de humedad de los ambientes, insuficiente en el aire, lo que es muy dañino para los pulmones. Se lo asocia al otoño y al elemento metal y lo provocan los aires acondicionados, la calefacción central y las habitaciones en donde hay fumadores. Si este demonio de la sequedad se combina con el demonio del frío, provoca dolores de cabeza y malestares respiratorios. Si se asocia al demonio del calor, se traduce por sudoración, sed y garganta seca. El demonio de la sequedad provoca siempre labios despellejados, piel seca, constipación y pereza.
FUEGO
Cuando cualquiera de las anteriores energías se vuelve extrema por un período largo de tiempo, puede llegar a transformarse en el demonio del fuego. Entonces no hay nada que pueda detenerlo en su carrera de destrucción. Rara vez este demonio llega a entrar en acción, porque siempre se tienen que dar situaciones extremas en cualquiera de las vigencias de las anteriormente citadas energías demoníacas.