Los sueños en su inconsciente revelan los problemas del ser humano en su vida consciente. En el mundo de los sueños se han establecido distintas premoniciones que surgen cuando se sueña con bebés pero hay que prestar atención a la distintas formas de la concepción del sueño para dilucidar esos misteriosos mensajes.
Los sueños en los que aparecen bebés son siempre clara señal de felicidad en el hogar siempre que el niño sea hermoso -como son todos los bebés- y bien cuidado. En algunos sueños uno se ve convertido en bebé y es una revelación de que uno se siente contenido por los que lo rodean y que uno se siente amado por la propia familia. Si se ve al bebé llorando preanuncia disgustos y/o enfermedades. Si por el contrario al bebé se lo ve sonriente y feliz, simboliza que las relaciones amorosas dentro del círculo familiar que lo rodea así como en las del círculo social son satisfactorias y se vivirán nuevas amistades con sorpresas y muchas alegrías en cuanto a las relaciones.personales.
Cuando en el sueño se encuentra un chupete o que se lo está usando implica el deseo de volver a una época en la que se era el centro de la atención. También puede implicar el deseo de encontrar a alguien que resuelva los conflictos que se tienen o compense las carencias que se vienen sufriendo. Implica también una tendencia a la desorientación que se está padeciendo y el chupete sería la ayuda que viene de afuera.
Si se sueña que uno tiene puesto un babero alude a la sensación de seguridad y a la necesidad de tener cuidados que otras personas estén brindando cotidianamente. Cuando uno sueña que la persona que está colocando el babero es desconocida, se refuerza aún más esta idea de protección. Si nos quitan el babero, esta acción estará revelando que se está viviendo una época en la que uno se siente solo y poco querido.
Pero en contraposición para otros significa la imposibilidad de crecer de una forma madura y autosuficiente. Arrojar a la basura un pañal sucio, marca el término de un ciclo relacionado con antiguos problemas que nos aquejaban y la imperiosa necesidad de acabar con tristes recuerdos que se arrastran desde la infancia. Tratar de recordar los sueños -sólo se podrán recuperar los que se hicieron en un estado no profundo del sueño- permitirá darse cuenta de algunos sentimientos solapados sobre los que aún no se había reflexionado. O corroborar cuáles son algunas de las preocupaciones que ya se conocían en la vida diurna.