El Gobierno finalmente anunció este miércoles el nuevo cuadro tarifario de los colectivos y trenes que circulan por Capital y Gran Buenos Aires: el boleto mínimo de colectivo pasará de $6 a $8, el de los ferrocarriles de $4 a $5,50 y el del subte, de los $7,50 actuales trepará a $11 en abril y a $12,50 en junio. La novedad es la incorporación de un boleto multimodal que permitirá combinar distintos medios de transportes por un plazo de 2 horas con descuentos que van del 50% (el segundo viaje) al 75% (el tercero y sucesivos).
En el caso de los trenes, una aclaración: el Mitre, el Sarmiento y el San Martín aumentarán otros $0,75 en abril y $0,50 en junio, es decir que a mitad de año el boleto costará $6,75. En el caso del Roca, el Belgrano Norte y el Belgrano Sur, irá de $2 a $2,75 en febrero y escalará $0,25 en abril y otro tanto en junio. El Urquiza, que se encuentra en $2,20, pasará también a $3 desde el 1 de febrero.
El transporte de colectivos, en su primera sección, tendrá un valor de $8 desde el 1 de febrero. En abril subirá un peso más, para cerrar en $10 en el mes de junio.
En medio de un gran hermetismo sobre un tema tan sensible como lo es el ajuste en el transporte, recién anoche se confirmó la convocatoria para este miércoles a la mañana en el microcine del Palacio de Hacienda, donde el ministro del área, Guillermo Dietrich, finalmente presentó el nuevo sistema tarifario del transporte público para el Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Los aumentos comenzarán a aplicarse el 1º de febrero pero cambiarán en los próximos meses hasta alcanzar la tarifa plena diagramada por el Ejecutivo en pos de la reducción de subsidios. Los ajustes estarán acompañados por la incorporación del boleto multimodal que permitirá combinar micros y trenes con un lapso de dos horas y con un descuento del 50 por ciento. La idea de este nuevo instrumento es atenuar los efectos de los aumentos anunciados.
Los beneficios se implementarán a través del sistema Nación Servicios que monitorea las más de 14 millones de tarjetas SUBE impresas en el país. Y también tendrán su correlato hacia los 3,8 millones de beneficiarios de la tarifa social federal.
Así las cosas, el boleto mínimo de colectivo subirá de $6 a $8 a comienzos de febrero pero en junio, a partir de un aumento “escalonado y gradual”, como sostuvo Dietrich, llegará a los $10.
En cuanto a las subas en los pasajes de los ferrocarriles metropolitanos, el boleto de las líneas Mitre, Sarmiento y San Martín pasará a costar de $4 a $5,50 pesos; no estará definida la suba para la línea Roca cuyo ramal a La Plata fue recientemente electrificado.
Aunque los subtes dependen de la órbita porteña y aún debe realizarse una audiencia pública para modificar la tarifa, trascendió que la concesionaria SBASE pretende aumentar de $ 7,50 a $ 9,50 el pasaje.
El monitoreo sobre la comunicación del aumento de subtes y colectivos estuvo a cargo de Jefatura de Gabinete. Marcos Peña, de vacaciones en un balneario uruguayo, estuvo involucrado en la estrategia. De hecho el jueves pasado fue el jefe de gabinete y no el ministro de Transportes quien anunció la conferencia de prensa de esta semana con el nuevo cuadro tarifario.
Ese mismo día, por la tarde, el ministro Dietrich estuvo en Casa Rosada poco más de una hora reunido en una oficina del primer piso de la Casa Rosada con los estrategas de discurso, que lo “coachearon”, para “suavizar” anuncios tan antipáticos. La incorporación del boleto multimodal buscará “amortiguar el trago amargo” que implicará un nuevo ajuste de tarifas.
Ayer por la tarde el funcionario también estuvo por Balcarce 50 reunido con funcionarios de Jefatura de Gabinete: aunque formalmente se informó que “tenía una reunión por los proyectos de Participación Público Privada (PPP)” para mejorar la infraestructura, el ajuste en los boletos también formó parte de la agenda.
Según diversas fuentes, el esquema inicial de un aumento de 50 centavos por mes en la tarifa de colectivos a partir de enero generó rechazo tanto en el Ministerio de Transporte como en otras dependencias del Estado y el Banco Central debido a la incidencia directa que podría tener sobre la inflación.