El juego de la seducción

Tanto hombres como mujeres tienen rituales de conquista amorosa, de seducción, con los que se busca atraer al objeto del deseo. Esta actitud es natural en los seres humanos y también en otras especies. El coqueteo es una herramienta de seducción tanto para hombres como para mujeres, puede ser de manera consciente o inconsciente. Hay personas que poseen un don natural para la coquetería y que todo lo que hagan -con o sin intención- les resulte seductor. Pero también está el coqueteo no intencionado que ocurre en ocasiones, cuando alguien está intentando seducir al otro y ese otro en su esfuerzo por ser amable, termina dando señales que son mal interpretadas. Pero también está el coqueteo intencionado, que es aquel que va dirigido a captar la atención de la persona deseada y que intenta seducirla. Para el hombre es particularmente difícil el arte de la seducción, porque socialmente le corresponde iniciar la conquista amorosa y es quien debe interpretar las señales de la mujer. En cambio, la mujer recibirá un mensaje bastante claro de que es el objeto de deseo del hombre, y sólo debe emitir una respuesta comprensible para él. Aunque no siempre resulta de manera exitosa, ya que la mujer tiene el peso de los prejuicios sociales, en algunos casos, que indican ciertas pautas de conducta, que hacen poco legible la respuesta, la cual no puede ser abierta o directa. Se puede decir que hay dos maneras de conquistar o seducir: por diversión y por interés real en conquistar a dicha persona. u Coqueteo por diversión es el tipo más común, no va apuntado específicamente a la conquista amorosa y se practica todo el tiempo y con todas las mujeres. Es la clase de actitud que hace a un galán. Es una actividad que levanta la autoestima tanto para el que la practica como de sus “seducidas de ocasión”, ya que le aporta al hombre una sensación de bienestar y predispone favorablemente a las personas que lo tratan. A las mujeres las hace sentirse tratadas como si fueran especiales. Es una actitud positiva e inofensiva, que en realidad ayuda a cultivar las relaciones interpersonales. Lo bueno de esta técnica es que no requiere de sutilezas, pues no se está a la “pesca” de una pareja. Se puede ser natural, sólo se requiere de amabilidad y buen humor y, por supuesto, de una sonrisa conquistadora. Con ello, el galán estará rodeado de mujeres que disfrutan de su compañía y tal vez entre ellas se encuentre la que busca. u El coqueteo por interés es el comienzo de una relación más seria. Requiere de una percepción muy fina de las respuestas de la mujer en cuestión. En el coqueteo bien intencionado el hombre realiza su exhibición para impresionar a la dama, pero no siempre lo consigue y de cuán rápido lo perciba, dependerá lo estrepitoso de su caída. Al coquetear, el hombre demuestra interés por la mujer, si ella le responde favorablemente, él debe interpretarlo y proseguir con el juego, de lo contrario, debe cambiar de técnica y si el rechazo persiste, es mejor emprender la retirada. No existen limitaciones en cuanto a la mujer elegida, no es posible saber de antemano qué hombre está buscando una mujer, es mejor intentarlo de todos modos. Al final también es divertido. Concluyendo, la conquista conseguida verdaderamente, tanto si es con técnica o no, puede hacer que las personas se sientan maravillosas y deseadas, aunque sólo sea por un breve instante...