El presidente regional Carles Puigdemont mantiene este martes en vilo a España, que vive su peor crisis política en décadas.
Prueba de la tensa espera que rodea esta declaración prevista ante el Parlamento catalán la policía catalana cerró al público el recinto donde se encuentra la sede parlamentaria para “prevenir situaciones de presión sobre la actividad parlamentaria”, señaló un portavoz del cuerpo policial, ya sean unionistas o independentistas.
Puigdemont comparece ante su parlamento por primera vez desde el referendo prohibido del 1 de octubre, que su gobierno consideró vencido por los independentistas a pesar de la baja participación. Se espera que el encuentro comience cerca del mediodía argentino.
El contenido de su discurso es una incógnita: inicialmente prometió declarar la secesión como colofón a la escalada con el gobierno central de Mariano Rajoy, firmemente opuesto a permitir una consulta legal reclamada por una amplia mayoría en la región.
Las principales asociaciones separatistas de la región habían convocado una manifestación frente al parlamento para “apoyar y defender la declaración de independencia”, y que finalmente será trasladada al exterior de este parque.