Si bien se casó por Registro Civil en agosto pasado, ayer la vedette tiró la casa por la ventana con una gran fiesta en una quinta de Pilar. En la mañana de ayer, Naza confesó que “hace 20 días que no pasa nada con el padre de mi tercer hijo Thiago. Vamos a esperar hasta la madrugada de hoy”, dijo de Fabián Rodríguez y se juró abstinencia sexual hasta después de la fiesta.
Con desparpajo, Naza contó algunos detalles de su boda: “
Es un santo mi marido. El jueves ni lo vi porque tuve 39 grados de fiebre producto de los nervios por la fiesta”. Su vestido fue confeccionado por el diseñador Claudio Cosano tipo lady Di, la vedette se lució como una irresistible princesa. “Pesa 15 kilos, pero con la emoción me parece que son 190”, dijo entre llantos. El diseño de Cosano, de color champán, tardó dos meses en hacerse y costó 20 mil pesos. Tiene una cola de 4 metros de largo. Fue bordado en cristales y la falda de organza, cortada a tijeras.
Pasadas las 22 ingresó la pareja en compañía de los tres hijos de ella (Bárbara de su primera relación con Alejandro Pucheta, Gonzalo de su matrimonio con Daniel Agostini y el pequeño Thiago, producto de su tercera relación, Fabián Rodríguez) y Fabián la esperaba con sus dos hijos de su anterior matrimonio (Camila y Lucas). Ambos llegaron al altar cuyo camino estaba cubierto de rosas blancas en medio del césped y a cuya vista se veía una pintoresca pileta. Para esta etapa, la primera bendición, que será formal, estuvo a cargo del pastor y psicólogo Bernardo Stamateas. La ceremonia terminó con una suelta de globos.
A la fiesta asistieron 270 invitados, muchos famosos. Entre ellos: Peter Alfonso y su pareja Paula Chaves, Tito Speranza y Marcela Villagra, Gustavo Conti y Ximena Capristo, Marian de Melo, Mónica Farro, Georgina Barbarossa, Andrea Estévez y Alejandro Cupito, Yanina y Diego Latorre, José María Muscari. Trascendió que la vajilla fue traída especialmente de Praga para el armado de las mesas.
Todas las miradas estaban depositadas en Gerardo Sofovich, primero porque con su llegada termina por sellar la reconciliación con Naza y porque se quería confirmar o no del supuesto affaire del Ruso con la cuñada de Naza, Silvia Rodríguez (hermana del marido). Con la intención de calmar a los fotógrafos Naza se anticipó a decir que entre ellos dos “no hay nada. Ella está en pareja”. La cuñada llegó a la fama por una cena con Martín Redrado (novio de Luciana Salazar), luego se supo que el encuentro fue porque las hijas de ambos son muy amigas. Luego se la vio en otra cena en compañía de Sofovich, pero el affaire fue desmentido de ambos lados.
Naza se ubicó en la mesa con su flamante marido, sus hijos y los de él, sus padres y de su hermana que pudo llegar a punto de Estados Unidos. El único ausente con aviso fue su hermano Jesús, quien por problemas en Puerto Madryn, lugar donde reside con los padres de Naza, se le complicó el viaje a Buenos Aires.
Alrededor de las dos de la madrugada Jey Mammon apareció disfrazado de monja y su amigo del alma desde la pelea de ella con Moria Casán en Carlos Paz, Atilio Veronelli, de Obispo. Sin duda, fue el momento de humor y picardía de la fiesta que se extendió hasta pasadas de las cinco de la mañana.
Los invitados le entregaron a la pareja un sobre con dinero -ya que no aceptaban regalos- y lo usarán en su luna de miel, que arrancará el viernes próximo, cuando partan a Estados Unidos.