La vedette y actriz, actualmente en la comedia Cuatro Colas y un Funeral, averiguo para hacer un programa de sketches, pero desistió de la idea por los costos. Tiene una especie de reality grabado con divas curvilíneas y espera concretar un Talk show de sexo y salud.
La actriz Sandra Villarruel, de la obra Cuatro Colas y un Funeral, aseguró que hacen falta ciclos de humor en la televisión y lamentó que no formen parte de la programación por ser “costosos para los productores”.


Villarruel, integrante del recordado ciclo televisivo Las Gatitas y Ratones de Porcel, dijo que intentó hacer un programa de sketches, “algo muy guarro como lo de (Diego) Capusotto, pero cuando fui a actores a averiguar cuánto salía hacerlo, me dijeron que cuesta millones de dólares cada capítulo”.

La actriz manifestó que intenta vender el reality Divas, Curvas Peligrosas, ciclo que “está filmado, son doce capítulos, pero no hay espacio en televisión, ni comprándolo, hay mucha ficción”.

Villarruel integra el elenco de Cuatro Colas y un Funeral junto a Marcelo de Bellis, Belén Francese, Virginia Gallardo y Toti Ciliberto, que se presentará en el porteño teatro Astros, con dirección de Francisco Emilio.

¿Hay cambios en Cuatro Colas y un Funeral?

-Es la tercera temporada y es una historia muy graciosa, están todos bárbaros en sus papeles y hay buena onda y energía que se transmiten tanto, que es lo que hace que perdure la obra.

¿Hasta esta actuación se había tomado un descanso?

-Hice unipersonales durante dos años, empecé en Mar del Plata, después en el Paseo La Plaza, hice un stand up en La Casona del Teatro y luego llegué a Cuatro Colas y un Funeral.

¿La gente no la ve en televisión, sabe que está en el teatro?


-El impasse lo hice dos años y medio, me fui a descansar porque nunca tuve vacaciones en toda mi carrera y me los tomé todos juntos en Puerto Madryn, una ciudad que amo y que adopté. Ahí también hice una obra de teatro.

¿Cómo toma a quienes llegan como mediáticos?

-Son otros códigos, algunos tienen material y perduran, pero otros no. Hay gente que quiere jugar un rato y busca fama para sacar beneficios, y hay gente que toma esa posibilidad para darse a conocer y mostrar qué puede hacer, y termina bien.

Trabajó con Jorge Porcel. ¿Cree que faltan programas de humor en la televisión?

-Hace falta tener un programa de humor al aire, sería muy bueno porque no hay. En realidad yo quería hacer uno para cable con sketches, algo guarro como lo de Capusotto, pero cuando fui a actores a averiguar cuánto salía hacerlo, me dijeron que cuesta millones de dólares cada capítulo, ésa es una de las razones.

¿Cuál es el motivo?


-Es muy costoso porque hay un elenco fijo que sale en los cuatro bloques o en los cuatro sketches, entonces te pagan como si fueran cuatro programas, es mucha plata, es una cuestión de costo.

¿Existe otra forma de emitirlo?


-Yo no sé hacer trampas, no sé cómo hacen, antes el actor cobraba por un programa, saliera en uno o tres sketches cobrabas por horas de grabación. Ahora cobrás cada vez que sale tu imagen al aire. Para nosotros los actores está fantástico, pero para los productores no, debe haber algún arreglo porque en una tira pasa lo mismo, debe ser que se considera todo un solo bloque, por ahí es otra cosa.

¿Qué te gustaría hacer en la televisión?

-Quiero conducir mi programa, ser panelista y poner al aire un talk show que tengo sobre medicina que funciona genial y se titula Sexo, Mentiras y Verdades.

¿Qué otro proyecto tiene, además del teatro?

-Quiero vender mi reality Divas, Curvas Peligrosas que está filmado, son doce capítulos pero no hay espacio en televisión, ni comprándolo, hay mucha ficción.


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