La semana pasada se produjo el estreno mundial de Spectre, película número 24 de la saga oficial de James Bond, y como en todas las premiere del agente 007, en el teatro Royal Albert Hall de Londres se preparó una presentación a lo grande, en la que no faltaron la realeza, celebridades, fans y paparazzis.
Fue la tercera vez que el Royal Albert Hall presentó el estreno mundial de un film de 2007, después de Otro día para Morir (Die Another Day) en 2002 y Skyfall, en 2012.
El célebre espía británico sigue atrayendo a los espectadores y su anterior aventura Skyfall recaudó más de 1.000 millones de dólares en todo el mundo. El personaje no sólo debe su éxito a la fascinación que despierta su glamour, sino también a la imaginación de su creador, el autor británico Ian Fleming, que supo anticipar los cambios geopolíticos y sociales cuando creó a su irresistible agente secreto, en 1953.
"Bond ha sido una figura de la contracultura y de la revolución sexual", explicó el profesor Stephen Watt, de la universidad de Indiana (Estados Unidos), autor de un libro sobre el tema. "Es a la vez un fiel sujeto (de su Majestad) y un hombre sofisticado, que aprecia los coches de lujo, los cigarrillos dorados hechos para él y una buena copa de champán", dice.
Pero, con el auge del movimiento feminista, el seductor empedernido ha sido acusado de no haber seguido la evolución de las costumbres. El propio Daniel Craig, que da vida al espía desde Casino Royale (2006), tildó a su personaje de "sexista y misógino". Seguramente, admite Stephen Watt. ¿Pero acaso no forma parte de su encanto? "En una entrevista para la revista Playboy, en 1964, (...) Fleming aseguraba que la seducción casi sustituyó al cortejo", recuerda el investigador. "La seducción, la elegancia y la aventura siempre formarán parte de la franquicia Bond", afirma.
El personaje ha evolucionado con el paso de los años, y Daniel Craig ha sabido explorar la complejidad del agente secreto. "Los James Bond cambiaron claramente con Daniel Craig", opina el profesor. "Hoy son más contemporáneos, un poco más bruscos". Pero también son más sensibles, más humanos. "Fleming pensaba que Bond tenía que ser creíble. Pienso que quería decir emocionalmente vulnerable", dice.
"Fleming había anticipado un mundo donde los malos no representan a estados, sino a organizaciones terroristas multinacionales como Spectre", explica Watt.
Aunque se prevé que la nueva entrega vuelva a triunfar en todo el mundo, las recientes declaraciones de Craig, que dijo preferir "abrirse las venas" antes que firmar por un nuevo Bond, ensombrecen el futuro de la franquicia. Pero no se descarta, sin embargo, que Craig vuelva a interpretar a Bond, a pesar de sus declaraciones. "¿Quién sabe si no se trata de la primera ronda de negociaciones de su salario para el 25 Bond", bromean los productores.
¿Quién es James Bond?
Un agente secreto inglés, refinado, repleto de mujeres, impasible e irónico aunque le estuvieran poniendo un cuchillo en el estómago. En síntesis, un verdadero mito para adolescentes y adultos de ya varias generaciones, que desde los años 60 comenzaron a soñar con lugares exóticos, autos inalcanzables como el Aston Martin Db5 y mujeres de buena pero abundante silueta.
En poco tiempo el agente creado por el escritor británico Ian Fleming -como protagonista de una serie de novelas- se convirtió en ídolo gracias a los dispositivos, creados por el científico Q, que lo hacían invencible: bolígrafos-pistola, relojes con explosivo, una valija capaz de matar.
De Dr No a Spectre esta línea nunca se interrumpió, incluso aunque fueron cambiando los actores que interpretaron al agente secreto, así como las 'chicas Bond' y sus enemigos.
Además de los seis actores "oficiales" de la saga, es decir de las películas producidas por EON, dueña de los derechos del personaje, hay dos más que se metieron en la piel del espía de su Majestad, basándose en novelas que Fleming había vendido a otras productoras, que actualmente recuperó EON.
En 1954, 8 años antes de la primera película sobre el agente secreto, la televisión norteamericana realizó un film para la pantalla chica basado en la novela Casino Royale, aunque se cambió la nacionalidad del espía. Aquí Bond era yanqui y fue protagonizado por Barry Nelson, un héroe de acción de la época.
En 1967, tras una dura pelea legal por la novela que EON no podía recuperar, Columbia Pictures quiso arruinales el "negocio" y filmó una parodia de Casino Royale, donde David Niven era el agente secreto y lo acompañaban figuras rutilantes del cine, como Woody Allen, Peter Sellers, Ursula Andress, Deborah Kerr, Orson Welles, William Holden, Charles Boyer, Peter O'Toole, John Huston, Jean-Paul Belmondo, Billy Wilder y Jacqueline Bisset, entre otros.
El eslogan de la película era "Casino Royale es demasiado... para un solo James Bond", pues la comedia presentaba a varios actores que decían ser el verdadero agente secreto para engañar a los criminales.
53 años y 24 películas
Sean Connery, el mítico
Fue el primero y -para muchos- el único. La saga comenzó con Dr. No (1962). Después siguieron Desde Rusia con amor (1963), Goldfinger (1964), Operación Trueno (1965) y Sólo se vive dos veces (1967). Volvió en 1971 en Los Diamantes son Eternos y en 1983 fue un Bond maduro y con peluquín en Nunca digas nunca jamás, fuera de la saga oficial.
George Lazenby, el fracaso
Cuando Connery decidió dejar el personaje para relanzar su carrera con otros géneros y tramas, se eligió al actor australiano para vestir el smoking del 007. Protagonizó en 1969 la película Al Servicio Secreto de su Majestad, la única cinta de la saga que fue un fracaso de taquilla. Y llamaron de nuevo a Sean para Los Diamantes son Eternos.
Roger Moore, el divertido
Timothy Dalton, el real
Pierce Brosnan, el moderno
Daniel Craig, Bond reinicia