El entrenador de Quilmes analizó la derrota de sus dirigidos en el Alfredo Martín Beranger a manos de un Temperley que se lo ganó con más actitud que juego.
El clásico ante Temperley quedó en Turdera y, mientras aún está en duda la continuidad del entrenador, el propio Darío Franco salió a dar la cara ante una nueva caída de Quilmes, que ya acumula tres al hilo. "No hicimos un mal partido tampoco bueno. El equipo compitió", manifestó el director técnico del Decano.
El Cervecero está en medio de una crisis y sin lugar a dudas era el peor momento para afrontar un clásico. La caída ante el Gasolero dejó una herida grande y podría retumbar hasta lo profundo del vestuario, donde la debilitada figura del entrenado se resguarda de los cuestionamientos que caen desde las tribunas del Estadio Centenario.
"Que diga que no hicimos un mal partido y que tampoco jugamos bien, no quiere decir que no sea consciente del momento. Creo que jugamos un poco mejor que con San Miguel. No creo que hayamos jugado un mal partido", analizó el entrenador del Cervecero tras terminar el partido ante el Celeste.
Pero más allá de la bronca que puede generar perder un clásico, para el DT y el plantel del Decano se viene un duelo más que accesible, pensando en su recuperación. El próximo fin de semana tendrán que medirse ante Talleres de Remedios de Escalada, el última de la tabla de posiciones de la Zona A de la Primera Nacional.
Respecto del momento que atraviesa y cómo sobrellevar lo que se viene, Franco explicó: "Esperemos que lleguen jugadores que nos ayuden a mejorar nuestra identidad de juego. El bajón se debe a la falta de confianza del grupo. Es una mala racha".