Fútbol
El uruguayo dijo que desea “darle una alegría a Boca” y quitarle el sueño continental de River. Sin embargo, en 2011 estuvo a poco de firmar con el Millonario. La historia de aquel pase frustrado
Egidio Arévalo Ríos siempre tienta a River, se hace desear pero también odiar. El uruguayo estuvo cerca de jugar en el Millonario hace más de cuatro años, pero entonces se inclinó por el fútbol mexicano. Encima, antes de la final de la Copa Libertadores declaró que desea "darle una alegría a Boca" y quitarle el sueño máximo a los de Núñez.
"Ya está hecho el acuerdo, se terminó la novela y voy a jugar en México, en Tijuana". Con esa frase cortó las esperanzas de Matías Almeyda en 2011, que le había insistido al presidente Daniel Passarella para que hiciera todo lo posible por convencerlo de cambiar Botafogo por Núñez.
El mediocampista estuvo solamente una temporada en ese equipo y disputó 33 encuentros, en los que marcó tres tantos. Luego pasó por Palermo, de Italia, y Chicago Fire, de Estados Unidos. En 2014, Monarcas lo recibió nuevamente en tierras aztecas, donde disputó 15 partidos hasta su desembarco final en Tigres.
El rechazo "millonario" hacia el charrúa llegaría a su punto álgido cuando declaró: "Quiero darle una alegría a Boca" en la final de la Libertadores.
Así, el hombre que ya le marcó al Millo en el torneo, terminó cualquier tipo de intento de reencauzar relaciones con los hinchas de River y más todavía cuando agregó, a modo de latigazo: "Me encantaría jugar en Boca".
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