El defensor, que había realizado 11 ejecuciones anteriores en su carrera y todas habían terminado en gol, lloró luego de que Torrico le detuviera el disparo. Bianchi debió calmarlo. Video.
No tenía consuelo, Claudio Pérez. Al defensor de Boca se le cayó el mundo encima cuando, a los 43 minutos del segundo tiempo, Sebastián Torrico le atajó el penal que hubiese significado un empate con sabor a triunfo para el equipo xeneize y un negocio redondo de cara a la definición del campeonato.
El "Chiqui" eligió el palo derecho y sacó un disparo fuerte, pero el arquero de San Lorenzo, en gran reacción, le ahogó el grito y frenó su estadística ideal en ejecuciones desde los 12 pasos: hasta hoy había convertido los 11 penales que les tocó patear.
Lo que vino después fue todo desazón para Pérez, que se quedó agarrándose la cara tras su trunca intervención y mientras San Lorenzo se iba de contraataque, luego se arrojó al piso, soltó unas lágrimas y el propio Carlos Bianchi debió consolarlo una vez finalizado el partido.
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