El sábado, Frank Fabra la pasó mal en La Plata. En el partido de Boca frente a Estudiantes, el lateral colombiano fue insultado por un grupo de hinchas. Según se supo más tarde, cuando llegó al vestuario se largó a llorar: las puteadas eran racistas. "Me dijeron de todo: 'negro', 'mono', vete para tu país…muchas cosas”, contó en declaraciones a "Blu Radio", de su país.
"Me sentí un poco mal pero no es verdad que fueron los jugadores, aunque sí ciertos hinchas. Los jugadores rivales no me dijeron nada, eso es mentira, todo fue de parte de la tribuna", dijo una de las piezas clave del equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto. De hecho, destacó el apoyo que recibió por parte del plantel y el cuerpo técnico: “Yo trataba de no pararle bolas a estos insultos. Nuestro capitán, Gago, le decía al árbitro que parara el partido y eso me hizo sentir querido por mis compañeros. Les agradezco a ellos y al cuerpo técnico”.
“No es la primera vez que recibo esos insultos, otras veces uno trata de no prestarle mucha atención. No me siento más ni menos que nadie por mi color. Le doy gracias a mi mamá y a Dios por haberme hecho negro”, finalizó el lateral.
Después del mal momento que pasó en La Plata por los insultos racistas de los hinchas de Estudiantes, Frank Fabra se mostró entero en el retorno a la actividad. Ya mucho más distendido, disfrutando de entrenamiento con sus compañeros.
Pero por las dudas, Guillermo Barros Schelotto se juntó a charlar un rato con el colombiano en el entrenamiento en Casa Amarilla. El DT sabe que el mal trago en La Plata le afectó, y quiere verlo bien. Por eso tuvo ese momento a solas con el jugador.
Cuando terminó el ensayo, Fabra fue el único jugador que se acercó a firmar camisetas a los socios de Boca presentes en el predio. Ahí el colombiano recibió el cariño y apoyo de todos los hinchas.
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