Fútbol
Hace más de 30 años que un jugador no viste las dos camisetas. La pasión en Rosario divide a una ciudad y marca la temperatura hasta que vuelvan a enfrentarse
La ciudad queda marcada por lo que pase ese fin de semana. Hasta que se vuelva a jugar un nuevo Rosario Central - Newell's. El clásico rosarino es uno de los que se vive con mayor pasión y que, incluso, llega al grado de la locura.
El historial entre ambos muestra una leve ventaja a favor del conjunto del Gigante de Arroyito. Siete encuentros de diferencia para los que ahora dirige el Chacho Coudet, pero más allá de la ventaja, los hinchas rosarinos hacen hincapié en otras cosas para ponerle picante al enfrentamiento.
La clásica "Palomita de Poy" se recuerda años tras año desde aquel 19 de diciembre 1971, cuando el delantero cabeceó un centro en la semifinal del Nacional para eliminar al clásico rival. Por su parte, Newell's recuerda todavía el zapatazo de Mario Zanabria que le dio el título en 1974. Ese día la Lepra alcanzó su primer título del fútbol argentino al empatar, con ese gol, con su rival de toda la vida por 2-2.
La pasión por cada color en Rosario llegó al punto de que pareciera imposible que exista un jugador que haya vestido las dos camisetas. Si bien el clásico más emblemático es el de los hermanos Killer, el último registro se dio hace más de 30 años y se trató de Juan Carlos Delménico. El arquero surgió de Newells en 1971 y se fue en 1973. Tras una extensa carrera volvió a su ciudad, pero para ponerse la auriazul en 1984.
Más allá del sentimiento extremo de los hinchas, muchas veces ese fanatismo llegó a la locura y se han registrado varios hechos de violencia. El más reciente es el ataque a la casa de la abuela de Maxi Rodríguez para que "ganen el partido".
La clásica "Palomita de Poy" se recuerda años tras año desde aquel 19 de diciembre 1971, cuando el delantero cabeceó un centro en la semifinal del Nacional para eliminar al clásico rival. Por su parte, Newell's recuerda todavía el zapatazo de Mario Zanabria que le dio el título en 1974. Ese día la Lepra alcanzó su primer título del fútbol argentino al empatar, con ese gol, con su rival de toda la vida por 2-2.
La pasión por cada color en Rosario llegó al punto de que pareciera imposible que exista un jugador que haya vestido las dos camisetas. Si bien el clásico más emblemático es el de los hermanos Killer, el último registro se dio hace más de 30 años y se trató de Juan Carlos Delménico. El arquero surgió de Newells en 1971 y se fue en 1973. Tras una extensa carrera volvió a su ciudad, pero para ponerse la auriazul en 1984.
Más allá del sentimiento extremo de los hinchas, muchas veces ese fanatismo llegó a la locura y se han registrado varios hechos de violencia. El más reciente es el ataque a la casa de la abuela de Maxi Rodríguez para que "ganen el partido".
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