La lesión de Mercado lo obligó a mover toda la defensa a Gallardo y tal como sucedió en lo va del año, el mal de la cuestión médica, le juega en contra al DT. Luego en el armado tras esa situación no acertó; lo de Mammana de lateral derecho fue muy flojo y la apuesta de Driussi fue buena pero se quedó a mitad de camino por la falta de compañía. Lo de Pezzella tampoco fue una gran noche, en especial en la parte final del partido, cuando las dudas se apoderaron de toda la zona esa del equipo.
Por eso termina golpeado el DT, porque ni siquiera los cambios que hizo en la segundo tiempo le ofrecieron una solución al panorama. Cavenaghi, Pity Martínez y Mayada no se metieron en el juego. Quizá hubiera sido necesario el ingreso de Ponzio cuando Boca se le empezó a venir contra el arco de Barovero.
Ahora y pensando en el cruce de la Libertadores las cuestiones serán complejas porque los rendimientos de algunos jugadores fueron muy flojos. Teo, Mammana, Pezzella y Vangioni tiene muchos boletos para que el DT los levante en peso. El tema es que afuera el nivel tampoco es muy alto como para que no haya discusión.
Evidentemente, el Millo, no tiene un buen andar y ante Boca se desnudaron muchas falencias que ahora en los cruces de la Copa lo pueden dejar con las manos vacías. Se viene una semana corta de mucho trabajo y con una elección de jugadores que van a dar que hablar. Son tiempos definitorios y encima está Boca enfrente que este año le ganó siempre.
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