Ya hacía tiempo que no jugaba al fútbol y estaba maduro: a los 45 años le detectaron un linfoma no-Hodking, un tipo de cáncer que afecta a los ganglios linfáticos. Desde 2012 la peleó y ganó la batalla que le permite estar en el banco de suplentes, como entrenador.
Era 2003 y el Mono se preparaba para un partido ante Mallorca, cuando era el arquero de Atlético de Madrid, y el médico del plantel llegó con los estudios que confirmaban que padecía un cancer en el riñón. "Operenme mañana, que el lunes tengo que jugar un partido", pidió el arquero que postergó su vuelta a las canchas, tras una operación y un tratamiento exitoso.
Juan Ramón Fleitas
Ya le estaba dando las últimas vueltas a la carrera de futbolista y tras la extracción de un bulto en la espalda sometido a una biopsia, el médico le comunicó que padecía el mal de Hodgkin, un tipo de cancer con un porcentaje alto de cura, con un tratamiento igual de invasivo que otros tipos de manifestaciones de la enfermedad. "Yo sé lo que es sufrir, a los 18 años comí por primera vez en mi vida bien, en una concentración de Racing", contó el Lagarto que fue su pensamiento para salir adelante.Después del mundial de Francia en el que la Argentina eliminó a Inglaterra, el arquero estaba por pasar de Mallorca al Manchester y a los 30 años cerrar la preocupación económica definitivamente. Por un dolor hizo una consulta y le diagnosticaron cancer en un testículo. Después del tratamiento, se puso a entrenar y, ya no por plata, volvió a atajar: Olimpo lo contrató para el primer equipo. Hoy es entrenador de arqueros en Banfield.
José Buljubasich
Fue campeón con River en 2003 y con Universidad Católica en 2005 y un año después le descubrieron un tumor cerebral que, aunque benigno, demandó un largo tratamiento que no lo alejó definitivamente de las canchas ya que tras la recuperación volvió a jugar y se retiró en 2009.