Una vez más, como siempre, José Gustavo Sand se puso la ropa de héroe para llevar a Lanús a la gloria. A sus 37 años, cuando el Granate parecía vencido y sin respuestas, levantó al equipo con su coraje, con sus goles, y fue el abanderado de una jornada histórica para el elenco del Sur.
“Estoy feliz. Es un día histórico. Dar vuelta una serie contra River no es fácil. Estoy logrando cosas que hasta hace poco ni imaginaba, y se lo debo a mi familia, a mis compañeros”, dijo el “Pepe” emocionado hasta las lágrimas.
“No se que nos pasó. Habíamos arrancado bien, después nos dormimos y con el penal de ellos se nos complicó. El primer gol mío vino justo, y en el entretiempo hablamos que teníamos que salir con todo. Que hacíamos tres goles o que nos hagan diez, y por suerte se dio“, agregó el delantero.
“Creo que el gol del empate fue más importante, ahí ellos se dieron cuenta que podíamos dar vuelta la serie. Era el día que teníamos que luchar y lo logramos. Ojalá que este no sea el partido más importante de mi carrera, aunque hasta ahora lo es. Nunca hice dos goles en la Copa, es la primera vez y justo se los hago a River. Me tuve que aguantar durante quince días las cargadas de los partidarios de ellos. Me dijeron de todo, hasta cornudo. Se los dedico, les mando un besito”, disparó el correntino, pleno de felicidad.
En ese sentido, explicó que “dijeron cualquier cosa, hasta de los botines azules y amarillos que usé. Hace años que los uso”.
Y en el final confesó porque no pateó el penal para la clasificación. “Alejandro (Silva) se lo merecía. Habíamos practicado penales y yo no anduve bien. Por suerte salió bien”, cerró con una sonrisa amplia.
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