Todos los 11 de octubre deberían ser un día de festejo en el país porque se celebra el Día Internacional del Dulce de Leche y el Día Nacional del Asado. El postre producto de la leche es el que más conflictos trae en cuanto a sus orígenes, se dice que puede haber comenzado en Uruguay, Chile, India e Indonesia, en las Filipinas, Brasil o hasta en Rusia.
La celebración Internacional del Dulce de Leche se celebra el 11 de octubre, dado que así fue decretado por el Centro Argentino de Promoción del Dulce de Leche y Afines en 1998.
El primer protagonista del origen del tan aclamado dulce involucra al prócer argentino el General San Martín, quien había cruzado a Chile cuando alguien le ofreció dulce de leche, al que llamaban “manjar”. Al Libertador le gustó tanto que llevó una buena provisión a su campaña del Perú. Algunos aseguran que en tiempos virreinales, este producto ya había cruzado la cordillera y usado en la zona de Cuyo y en Tucumán, y que existen registros de los jesuitas al respecto.
Para otros su creación comienza antes de la independencia. En 1806 estalló en Buenos Aires el escándalo de Ana Perichon, esposa de Tomás O’Gorman, y su romance con Santiago de Liniers. De acuerdo a los relatos, la “Madama O’Gorman” que había nacido en 1775, tenía al dulce de leche entre sus recetas predilectas.
Luego de matar a Manuel Dorrego, el general Juan Lavalle había quedado atrapado en un complicado entramado entre sus aliados unitarios y Juan Manuel de Rosas, el líder federal ya era un adversario a temer, por lo que no le quedó otra que arreglar con su enemigo.
El 16 de julio, cabalgó hasta el campamento de Rosas en Cañuelas. Llegó cerrada la noche y su presencia sorprendió a todo el mundo. Lavalle pidió un mate, se acostó en la cama de Rosas -quien se encontraba revisando a sus tropas- y se quedó profundamente dormido.
Una de las criadas de la casa no pudo creer lo que veía y salió corriendo a comentar la novedad, olvidándose de la leche con azúcar que estaba hirviendo para hacer lechada, la que se convirtió en lo que hoy conocemos como dulce de leche.
También se cree que nació en la India y en Indonesia, pero cuando los conquistadores españoles se apoderaron de las Islas del Poniente y San Lázaro y las rebautizaron Filipinas, lo descubrieron y lo llevaron a América, y ahí se esparció por todo el continente.
Brasil y Rusia se unen a la disputa. Para los brasileros, ellos lo crearon a mediados del siglo XVIII en Mina Gerais. Por otro lado, en Rusia, se recomienda pasar por alto afirmar que es un invento argentino. Para ellos es el “varione sgushonka” y ya lo hacían los tártaros, en los tiempos de Marco Polo.
No hay que pasar por alto el Día Nacional del Asado que también se celebra el 11 de octubre aunque sus raíces no generan tanto conflicto. A lo largo de los años se convirtió en uno de los platos más representativos de la Argentina, un signo de identidad.
El asado argentino es una rutina de unión que nació en tiempos de gauchos y facones, allá por el siglo XVIII. En la ciudad lo que llamaba la atención era la comida española, sin embargo, en el campo veía el asado humilde del peón, el improvisado fuego del gaucho y las generosas parrillas: vacas con cuero, achuras crocantes, piezas ensartadas en la cruz.
Cuando en el siglo siglo XIX, saladeros y frigoríficos se acercaron a las reses a las zonas suburbanas, llegó con ellas el asado a la ciudad, se popularizó y sobrevivió a todas las moda foráneas hasta la actualidad.
Recién en el siglo XXI este ritual tan autóctono tuvo su propio día para ser celebrado, un 11 de octubre. Esto se logró gracias a la creación de un grupo en Facebook.
A través de la red social, en 2013 planteó una convocatoria para sumar a los argentinos a un homenaje popular a esta comida que uniera a todos los habitantes del país sin importar la región, edad, clase social, ideología política o religión.
"Somos todos argentinos y a 200 años de nuestra historia, no nos hemos dado cuenta de celebrar uno de los acontecimientos más importantes de nuestra vida como sociedad, la de festejar el Día de ´nuestro asado argentino´", expresaban desde la cuenta @diadelasadoargentino e invitaban "a festejar un día al año el rito social por excelencia que tenemos, el de compartir un asadito en casa".
La propuesta fue aceptada por todo aquel que se enteraba de la maravillosa idea, solo faltaba ponerle fecha a este multitudinario encuentro "espiritual". Se eligió el 11 de octubre: el clima cálido de primavera, ideal para estar al aire libre, y el feriado largo por el Día del Respeto a la Diversidad Cultural parecen la excusa perfecta para honrarlo, precisamente, con un asadito.
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