Un relevamiento del Grupo de Estudio de la Economía Nacional y Popular hace hincapié en que un trabajador argentino puede acceder a más carne, pan y otros derivados del campo que sus vecinos.

Los trabajadores argentinos pueden comprar con su salario mínimo más pan, carne y otros productos derivados del campo que sus pares en Brasil y en Uruguay, donde no existen las retenciones ni los cupos a las exportaciones agrícolo-ganaderas.

Así se desprende de un relevamiento realizado por el Grupo de Estudio de Economía Nacional y Popular (GEENaP), donde se precisa que en la Argentina, donde existen retenciones y cupos a las ventas externas del agro, es posible adquirir con el salario mínimo de un trabajador hasta cinco veces más de productos del campo que en los países vecinos.

Esto deja en evidencia que las políticas de administración del comercio interno y externo aplicadas por el país en los últimos años ha favorecido el consumo interno, con un aumento en el acceso de los sectores bajos, en beneficio de una mayor redistribución del ingreso.

En contrapartida con lo sucedido en Brasil y Uruguay, donde sin retenciones ni cupos para su exportación, sin embargo, los precios de los derivados de granos y carnes hicieron más cara la vida para sus trabajadores, que pueden adquirir hasta 85 por ciento menos que en la Argentina.

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Según el análisis del GEENaP, un trabajador que gana el mínimo haber en el país puede comprar 655 litros de aceite de girasol, contra 172 que se pueden adquirir en Uruguay; y 98 en Brasil. En la Argentina, este producto cuenta con un 30 por ciento de retenciones para su exportación; en tanto que en los países vecinos está exento. Otro producto que tributa al fisco por su venta externa es el trigo, con 23 por ciento en el grano y 13 en la harina; mientras que en la tierra charrúa y en Brasil este cultivo tampoco está gravado. i