Los coches CAF 5000, que hasta febrero de este año circularon en la Línea B de subterráneos de la Ciudad, poseen amianto (un material cancerígeno) en algunos de sus componentes, según confirmaron los estudios realizados por la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires S.E. (Sbase).
Los análisis fueron realizados por la empresa Dicon, se señaló en un comunicado enviado a los medios periodísticos. También participaron miembros de los gremios.
"Se siguieron los protocolos establecidos por la Agencia de Protección Ambiental, que fue la encargada de tomar las muestras de los elementos sospechados y que luego fueron analizados en un laboratorio", detalló el texto.
La digitalización de la red: el plan de Metrovías en el subte
Los resultados presentados corresponden al análisis de piezas de dos coches y estaban bajo bastidor, dentro de cofres y dentro del tablero de baja tensión, en la cabina de conducción, lo que quiere decir que en ningún caso estaban al alcance de los pasajeros.
Una vez que Dicon finalice el análisis del resto de los CAF 5000, será la encargada de descontaminar los trenes.
Sbase presentó hoy el Plan de Gestión Integral de Asbesto de la Red de Subte durante una reunión convocada por la Subsecretaría de Trabajo porteña, en la que se estableció que se le dará prioridad al "análisis del material rodante, para continuar en las estaciones, talleres y subestaciones".
A su vez, incluye tres programas: la detección, el retiro y disposición final de los materiales, así como el cuidado de la salud de los trabajadores.
Sbase y Metrovías habían retirado de circulación en febrero de este año tres formaciones de la línea B adquiridas al Metro de Madrid, luego de que la empresa española confirmó "la existencia de amianto en dos modelos de tren", un material cancerígeno prohibido en ambos países.