La incorporación al Código Penal de la figura de acoso sexual por internet a menores ("grooming"), votada este miércoles por el Senado nacional, equipara este delito con el abuso sexual. Es decir, en cuanto a las penas, ya no hay diferencia entre lo virtual y lo real.
La nueva normativa establece una pena de seis meses a cuatro años a todo mayor de 18 años que "por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos contactare a una persona menor de edad con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual".
"Es un avance total que consideren el grooming un delito y que, por lo tanto, haya sido incorporado al Código Penal", afirmó a DiarioPopular.com.ar Laura Jurkowski, psicóloga y directora del Centro de Adicciones a las nuevas tecnologías REconectarse.
La especialista consideró "fundamental" esta normativa, principalmente, por dos aspectos: el castigo a quienes ejerzan este delito y la concientización de la sociedad con respecto a la gravedad de la problemática.
"La ley pone en el tapete el tema y ayuda a que los padres y la sociedad toda tome conciencia de que el grooming existe y que hay que tomar medidas preventivas", define Jurkowski.
Cómo cuidar a los chicos del Grooming
Los llamados "nativos digitales" (aquellos que nacieron en paralelo o después de las nuevas tecnologías e internet), son acaso los más expuestos al acoso. No sólo por la cuestión lógica de la edad, sino porque, en muchos casos, "los padres consideran que, como tienen un manejo total de la computadora, pueden hacer todo solos", explica Jurkowski.
"Es fundamental que desde pequeños los padres sean activos y se tomen el trabajo de sentarse con sus hijos a aconsejarlos y enseñarles cómo manejar una pc", asegura y ejemplifica: "así como les enseñan a caminar y después los largan solos pero los alertan sobre los peligros en la calle, también tienen que reparar en estos otros peligros".
El caso paradigmático y más conflictivo es el de la red social Facebook. Muchos padres consultan si es conveniente o no dejarlos abrir un perfil en el sitio. "Si bien la edad mínima para abrirse un perfil es los 13 años, sabemos que no se respeta", expresa la especialista, quien recomienda que ningún menor de esa edad tenga su cuenta de Facebook.
Pero el problema para la mayoría de los padres se presenta cuando todos los amigos y/o compañeros del hijo tienen Facebook y el chico se siente "afuera". En ese caso, no todo está perdido: hay una serie de recomendaciones para evitar peligros.
"Siempre que les abramos un perfil, hay que hacerlo bajo pautas y condiciones y ser inflexible con eso", apunta Jurkowski. Los aspectos a tener en cuenta y controlar son: la información que se pone en el perfil, los niveles de privacidad, los amigos que se aceptan (que no sean personas que no conocen personalmente) y, fundamentalmente, que acepten a los padres como amigos.