La fiesta de disfraces más importante de Latinoamérica se realiza en la ciudad de Paraná, en la provincia de Entre Ríos. Todos los años, más de 50 mil personas se movilizan hasta allí para pasar un momento único. Diario Popular viajó hasta la provincia del Litoral para charlar con Ioy Uranga, uno de sus organizadores, quien contó detalles de este mega evento que a diferencia de otras ediciones, se realizará en noviembre; puntualmente, el domingo 17, en vísperas del feriado nacional previsto para el lunes 18.
-¿Cómo fue qué nació esta fiesta?
-Somos un grupo de 23 amigos, de los cuales seis cumplimos años en agosto. Justo en esa época coincidió que estábamos estudiando afuera. Yo estudiaba en Rosario, algunos en Córdoba, otros en Buenos Aires, otros en Santa Fe. Un día, allá por 1999, hablamos por teléfono y dijimos: "¿Y si nos juntamos el fin de semana largo y festejamos todos juntos?". Tiramos muchas ideas de festejo y uno propuso hacer una fiesta de disfraces. La hicimos en el quincho de un club y salió buena.
-¿Cuál crees que fue el secreto del tremendo éxito?
-Lo que tuvo de bueno fue que empezó a difundirse de boca en boca. Como todos éramos de afuera, cada uno trajo a sus amigos del club, de la facultad, alguna noviecita que anduvo dando vuelta en aquella época. Y esos grupitos que vinieron al año siguiente, volvieron. Y en lugar de ser cinco, eran diez. Eso se fue multiplicando y fue terrible.
-¿Hoy en día cuántas personas participan?
-Estamos hablando de unas 50 mil personas. Ya hace varios años que el número es ese y queremos dejarlo así porque creemos que la ciudad no está preparada para recibir a mucha más gente.
-Claro porque las plazas hoteleras de Paraná ese fin de semana colapsan…
-Si, tiene pocas plazas hoteleras por eso la gente termina alquilando quintas, garajes, patios para armar carpas. ¡Una cosa de locos! Y en todas las ciudades aledañas también pasa lo mismo. Mismo en Santa Fe, que es récord histórico de autos que pasan por el túnel subfluvial.
-Tanto vos como tus amigos, ¿toman dimensión de lo que levanta y ayuda a la ciudad esta fiesta?
-Me encanta que Paraná se vea reflejada o que sea reconocida muchas veces por la fiesta de disfraces. Nos pasa un montón. A veces, cuando viajo, me encuentro con gente de otras partes del país que me preguntan: “¿De dónde sos?” y cuando le digo de Paraná me dicen: “Ah, de la fiesta de disfraces”. Es automático.
-¿Cómo hacen para superarse?
-Lamentablemente aprendemos de los errores que van pasando cada año. Igualmente, la cabecita nunca termina de laburar. Va craneando todo el tiempo cómo brindar mejores servicios, que la gente la pase mejor. Además, intentamos que vaya cambiando la puesta en escena, la artística que se presenta. Pero hay que llevarlo y estar a la altura de la demanda de la gente y eso es un laburo tremendo.
-Se dice que hubo personalidades muy importantes que quisieron comprar esta fiesta, ¿Es verdad?
-Todo mito. Dicen que vino Tinelli, que vino una marca muy reconocida de gaseosa, que vino un montón de gente que quiso comprar, pero yo nunca recibí una oferta.
-¿Estarías dispuesto a analizar la venta del evento?
Y… después de veinte años, ya queremos relajarnos un poco. Si llegara a haber una oferta clara de alguien que quiera adueñarse de la fiesta, quizás la analizaríamos.
Las entradas se pondrán a la venta a partir del 29 de julio. Y este año tienen un nuevo sistema denominado "cashless" para agilizar la compra de comida y bebida dentro del evento. Todo el dinero se almacena en una pulsera, que será una billetera virtual digital, lo que reducirá el tiempo de espera y evitará largas filas. El saldo se podrá cargar por internet y en la fiesta. El dinero que no se utilice, se podrá recuperar luego en los puntos de carga.
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